Domingo, 2 de noviembre de 2025   |   Justicia

Caso Jazmín González: querellante dijo que todos huyeron para elucubrar un plan y evitar la responsabilidad

Caso Jazmín González: querellante dijo que todos huyeron para elucubrar un plan y evitar la responsabilidad

Jazmín González estaba en su casa mirando el celular cuando, en la madrugada del domingo 19 de octubre, Julián Manrique y Yamil Cabrera pasaron a buscarla para llevarla a una fiesta de cumpleaños. Terminó muerta por un disparo efectuado por Cabrera, que quiso balear a otros durante una pelea en Bajada Grande. El abogado querellante de la familia, Boris Cohen, dialogó con el programa El Séptimo día (Radio Plaza) este domingo, aportó novedades de la investigación y aseguró que hay pruebas suficientes para imputar a los acusados por homicidio; además, evaluó que podría caber la figura de abandono de persona.

—¿Qué se puede decir de cómo marcha la investigación que está llevando adelante el fiscal Laureano Dato, a la cual ustedes se suman con el Dr. Pablo Minetti para representar a los padres de Jazmín?

—Este viernes hubo una entrevista que se realizó en la Fiscalía con una de las personas que se conducía en el grupo de motos, pero que es menor de edad, por lo tanto, no se puede revelar su identidad. Concurrió con su hermano. Nosotros siempre tratamos de ahondar en el detalle de cómo fue que Jazmín llegó a ese lugar. Durante la semana se realizaron numerosas entrevistas. Ayer se entrevistó a la persona que cumplía años. Hubo que localizarla a través de la División Homicidios, un buen trabajo de la Policía. También están pendientes las pericias sobre las armas y ya tiene fijada fecha la pericia sobre los dispositivos electrónicos secuestrados.

Boris Cohen, abogado querellante en representación de la familia de Jazmín González.

—¿Cómo llega Jazmín a esta fiesta de cumpleaños?

—Ella estaba en su domicilio con su familia. Su mamá, pasada la medianoche, se dispuso a dormir y le preguntó qué iba a hacer, y ella le dijo que se quedaba mirando el teléfono celular. Luego, como supimos por los testimonios, a las 2.30, el que conducía la moto donde ella pierde la vida, que es un joven de apellido Manrique, la fue a buscar a su casa y la llevó hasta el lugar de la fiesta. Así fue como ella llegó. Luego de eso hubo un nuevo altercado —ya había existido uno previo— con otros menores que agredieron a Yamil Cabrera precisamente con una botella y piedras. No se alcanza a distinguir del todo en la imagen de la cámara de seguridad que capta la secuencia de lo ocurrido. Es ahí que Cabrera efectúa un disparo a quemarropa que no impacta en este chico; eso es uno de los delitos que se le imputa: la tentativa de homicidio agravada.

Cuando efectúa el segundo disparo, cruza la moto en la que Manrique llevaba a Jazmín y la bala impacta en Jazmín. Luego de esto, cae la motocicleta, y Manrique, al incorporarse, efectúa disparos con una pistola 9 milímetros hacia la gente de la fiesta que se había peleado con Cabrera, y huye del lugar. Todos huyen para elucubrar un plan en el cual buscaban sustraerse de la responsabilidad de la muerte de Jazmín, achacando a los de la fiesta que eran ellos los que disparaban. Quedó registrado por una cámara de seguridad todo lo que hicieron, el ocultamiento de las armas. Así fue que Manrique llegó al hospital (San Martín) donde estaba la familia González, fingiendo no saber nada y que habían sido otros. La policía se lo tuvo que sacar de las manos a la familia y terminó detenido.

La escena del crimen, aquella madrugada del 19 de octubre, en Bajada Grande.

—¿Está comprobado por las cámaras que abandonaron a la chica luego de dispararle? ¿Se fueron en las motos del lugar dejando a la chica ahí?

—Sí, exactamente. La chica fue asistida porque vecinos llamaron la ambulancia. A Jazmín la dejaron abandonada. Los que la habían llevado la dejaron abandonada y después pergeñaron un plan para aparecer como que ellos no eran. Eso fue lo que realmente ocurrió. Puede haber un abandono de persona también.

—Cabrera quiso balear a otro, pero terminó baleando a Jazmín ¿Cómo se ha analizado la discusión de cómo se podría calificar penalmente el homicidio?

—Es un homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego. Para que sea un homicidio culposo, el inicio de la acción tiene que ser una conducta legal. Por ejemplo, si conducís un vehículo y accidentás a una persona y le causás lesiones. La conducción, en principio, tenía que ser legal. Luego, a lo mejor hubo imprudencia, negligencia, impericia o ineficacia. Es lo que se llama una mala praxis en otras actividades. Por ejemplo, yo cruzo el semáforo en verde y una persona decidió cruzar, y la atropello y le quitó la vida. Bueno, acá no ocurre, porque cuando se extrae el arma para disparar contra una persona, pero se mata a otra, el dolo de matar es previo. O sea, que ya hay una intención de matar. Lo que es diferente es el resultado, el resultado en la persona que debía recibir ese disparo. El homicidio abastece el tipo penal en todos sus requisitos.

—Cuando Jazmín queda tendida en el piso ¿alguien le saca algo? ¿Le falta algún tipo de pertenencia?

—Hay una imagen donde aparecería Manrique tomando el celular de ella. Ese celular está secuestrado. Cuando llegó al hospital San Martín se lo quitaron los González.

—¿Por qué estaba tan interesado Manrique en sacar el teléfono? ¿Qué prueba puede haber allí?

—No sé, algún mensaje “te paso a buscar”. No lo puedo saber porque lo vamos a saber una vez que esté la pericia sobre el contenido que tenga que ver con el hecho. No estamos investigando la vida de Jazmín ni lo que ella hacía, porque claro, ella es la víctima. Hay elementos de prueba que pueden agravar la situación de ellos a futuro, y es lo que se está trabajando en la Fiscalía. Nosotros, por supuesto, encolumnados con ello y tratando de aportarle elementos. Por ejemplo, le aportamos la entrada al evento que se promocionaba en internet, junto con Minetti. Estamos trabajando.

—Si nos alejamos un poco, más allá del caso criminal, estamos hablando de una chica que estaba en su casa, que un amigo la pasó a buscar para salir dar una vuelta en moto o ir a un cumpleaños. Situaciones que se repiten miles en Paraná cada fin de semana ¿Usted ha observado, hablando con la familia, si esto era algo que se repetía o ya había habido alguna advertencia, o fue algo inesperado para todos en un contexto y en un territorio también donde ya venían las balaceras?

—En realidad, los padres de Jazmín desconocían que ella iba a terminar en esa fiesta. Nunca lo supieron. Ellos se acostaron a dormir, la despidieron, ella estaba en su casa, y a las 5 de la mañana le golpearon la puerta para darle la peor noticia, justamente el Día de la Madre. Era el cumpleaños de una joven que se llama Sheila. La fiesta se llamaba Shay Fest y ofrecía hielo y música. En un último ítem de la invitación decía “si pelean vuelan”. Qué sorpresa, ¿por qué pusieron eso en la invitación?

Creo que también hay una cuestión que tiene que ver con lo virtual o digital de los adolescentes que hoy tienen acceso a las redes, crean perfiles, comparten contenido e interactúan con personas que muchas veces escapan al control parental. Por eso están los delitos de material de abuso sexual infantil, grooming, etcétera. Creo también que el hecho de portar un arma de grueso calibre y dirimir una pelea en la cual te arrojan una botella vacía o un cascote, a los tiros, habla de un desprecio por la vida de quien lo lleva adelante. Podrían haber perdido la vida más personas. También creo yo que quizás algunos controles pueden estar fallando. El tema de organizar una fiesta de esas dimensiones, una convocatoria pública donde venía gente que ni se sabía quiénes eran, también tuvo que ver.

—¿La policía había concurrido unas horas antes?

—Sí, hay un testimonio de un vecino y de alguno de los jóvenes que indican que cerca de las 2 la policía había concurrido al lugar por el excesivo volumen. Eso fue más o menos lo que pudimos entrever en las declaraciones a las que hemos tenido acceso. No fue la pelea el motivo de la presencia policial, sino de quejas de vecinos, porque hay un vecino que observó todo, que es un testigo directo y que además aportó cámaras de seguridad donde se ve todo completo cómo se desarrolló el hecho. También habló de lo mismo. Hay una prueba abrumadora, contundente. Homicidios trabajó en el lugar del hecho, se entrevistó con muchas personas, recabó imágenes de cámaras de seguridad de varias. La Fiscalía también ha hecho un gran trabajo, y creo que con toda la prueba que hay, que es abrumadora, cualquier jurado los va a condenar.

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