Lunes, 15 de septiembre de 2025   |   Campo

Carne en auge: récords de producción, consumo y exportaciones, pero surgen inquietudes por la situación en Brasil

Carne en auge: récords de producción, consumo y exportaciones, pero surgen inquietudes por la situación en Brasil

El 2025 representa un punto de inflexión para la producción porcina argentina. Con indicadores que evidencian un crecimiento sostenido en la faena, un aumento en el consumo interno y la posibilidad de incrementar las exportaciones, el sector atraviesa un presente esperanzador, según destacan en la actividad. Sin embargo, también enfrenta desafíos que podrían limitar su expansión, como el incremento de las importaciones desde Brasil, cuestiones sanitarias y obstáculos impositivos que disminuyen la competitividad. Un informe reciente del Ieral, de la Fundación Mediterránea, reveló que el margen promedio de enero a julio fue de $367 por kilo producido, muy por encima del resultado negativo del mismo período de 2024 (-$11/kg).

“Este año, al igual que desde 2002 en adelante, el sector porcino continuará creciendo, ofreciendo más faena y, por ende, más carne de cerdo al mercado local”, destacó a LA NACION el consultor Juan Uccelli, quien sigue de cerca la evolución de la actividad.

Este dato es significativo: de acuerdo con sus proyecciones, el crecimiento anual para 2025 se situaría entre el 3 y el 4%.

A este desempeño positivo se suman importaciones a niveles inéditos en más de dos décadas. “Las importaciones de este año serán muy significativas; para encontrar cifras similares, habría que retroceder hasta finales de la década del 90”, advirtió.

En base a cálculos de conversión alimenticia, Uccelli estima el consumo en 23 kilos por habitante por año, cinco kilos más que el dato oficial.

En cuanto al consumo interno, los registros oficiales subestiman la realidad. Uccelli precisó: “El consumo es un poco más alto de lo que se reporta oficialmente, porque lamentablemente en el sector porcino hay una gran cantidad de ventas en negro, sin documentación”. Basándose en cálculos de conversión alimenticia, estima que el consumo se sitúa en 23 kilos por habitante al año, cinco kilos más que el dato formal.

Este aumento en el consumo se explica también por la mejora en la productividad de las granjas. Según comentó, entre 10.000 y 15.000 cerdas reproductoras ingresaron al sistema, produciendo aproximadamente entre 3600 y 4000 kilos por cerda al año. Aunque muchos pequeños productores han salido de la actividad, los nuevos animales han aportado más del doble de kilos que los que se retiraron, consolidando una tendencia hacia la concentración.

Las exportaciones también muestran un repunte. Tras un 2024 calificado como “de terror”, en palabras de Uccelli, este año se proyectan 15.000 toneladas. Aunque aún distantes de las 42.000 toneladas de 2020, se vislumbra un escenario más favorable, condicionado por la evolución del tipo de cambio.

En paralelo, dijo Uccelli, las importaciones superarán las 45.000 toneladas, siendo un 95% provenientes de Brasil.

Paralelamente, las importaciones sobrepasarán las 45.000 toneladas, con un 95% de origen brasileño. “Este aumento es muy relevante y obliga a reconsiderar la integración comercial, ya que afecta el equilibrio de los cortes en el mercado local”, advirtió el experto de la consultora JLU.

El panorama sanitario constituye otro de los puntos críticos. “Tenemos varias tareas pendientes desde el punto de vista sanitario que necesitamos resolver. Esto no solo complica la producción en sí, sino que impide la exportación a mercados como China”, alertó Uccelli, en referencia al virus de Aujeszky, una enfermedad que estaba controlada, pero que ha vuelto a aparecer en los últimos dos años y se ha convertido en un problema importante, especialmente para los grandes productores.

Según Uccelli, solucionar la distorsión del IVA permitiría “un crecimiento superior al 15% anual” y posicionar a Argentina en el camino “del top 10 mundial de exportadores de cerdo”.

A los problemas sanitarios se suman obstáculos fiscales que limitan la inversión. En detalle, el sector porcino enfrenta un IVA del 10,5% para la venta de sus cerdos y carne, mientras que al adquirir instalaciones, por ejemplo, paga mayoritariamente un 21%. Ese saldo es irrecuperable. Según explicó Uccelli, abordar esta distorsión permitiría “un crecimiento superior al 15% anual” y posicionar a Argentina en la senda “del top 10 mundial de exportadores de cerdo”.

En la misma línea, Agustín Seijas, director ejecutivo de la Federación Porcina Argentina (FPA), destacó el cambio de clima entre 2024 y 2025. “El primer semestre del año pasado mostró números rojos, con precios del capón muy por debajo de los costos de producción. En contraste, en el primer semestre de 2025 se observó estabilidad y márgenes positivos”, sostuvo cautelosamente.

Para Seijas, el crecimiento de la producción porcina en el país es “genuino, apoyado por la eficiencia y la tecnología”.

Para Seijas, el aumento de la producción porcina en el país es “auténtico, respaldado por la eficiencia y la tecnología”. Sin embargo, coincidió en que las limitantes son claras: “El IVA en inversiones y la falta de líneas de crédito adecuadas obstaculizan considerablemente las ampliaciones del stock productivo”.

A pesar de estas dificultades, la producción continúa en expansión, con tasas de entre el 3 y el 5% anual. “Hoy la clave radica en la eficiencia, ya que nos encontramos en un escenario de márgenes más reducidos y volumen creciente. El productor que esté mejor preparado podrá proyectar un desarrollo sostenible”, afirmó.

En relación al consumo, Seijas recordó que la evolución ha sido notable en las últimas dos décadas: “Esto se explica por la mejora en la calidad de la carne y su accesibilidad en el mostrador”. La FPA tiene un objetivo ambicioso: alcanzar en 2032 los 28 kilos per cápita. Para lograrlo, están trabajando en campañas de promoción y posicionamiento de la carne de cerdo como una alternativa saludable y económica.

En el ámbito externo, la Federación busca un crecimiento de las exportaciones a través de una estrategia más selectiva. “Contamos con 39 mercados abiertos, el 65% que accede Brasil, que exporta 1,2 millones de toneladas. Queremos exportar de manera más inteligente, entendiendo la demanda específica de cada destino”, explicó Seijas.

La competencia con el país vecino representa uno de los principales desafíos. Brasil no solo se beneficia de una ventaja cambiaria, sino también del uso de promotores de crecimiento prohibidos en 160 países. “Esto genera una competencia desleal. No deseamos utilizar esos aditivos y pedimos igualdad de condiciones”, planteó el director ejecutivo de la FPA.

Por su parte, en su informe, la Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y Carne de Cerdo (Caicha), destacó que, en el acumulado del primer semestre del año, el consumo de chacinados y carne de cerdo en Argentina creció un 6,1% en comparación con el mismo período de 2024. Sin embargo, junio pasado mostró una caída del 0,8%, tanto en comparación con el mismo periodo de 2024 como con mayo de 2025, donde la disminución fue del 6%: “Esta baja indica un cambio de tendencia tras ocho meses consecutivos de recuperación”. Según la entidad, esto sucedió en un contexto de “freno en la recuperación del ingreso real” y un poder adquisitivo de los hogares que enfrenta desafíos.

En este contexto, el Ieral, de la Fundación Mediterránea, analizó el desempeño reciente en un informe titulado “Del piso en 2024 al podio en 2025”. Allí se destacó que los márgenes de las granjas se han recuperado con fuerza este año. “El margen promedio de enero a julio fue de $367 por kilo producido, muy por encima del resultado negativo de igual período de 2024 (-$11/kg)”, precisó el estudio.

La mejora se atribuye a dos factores: la disminución de los precios de los granos, que representan el 60% de los costos de alimentación, y una recuperación en los ingresos por el precio del capón. En dólares constantes, los márgenes de 2025 se ubican entre los más altos de la última década. En ese sentido, los costos se redujeron un 15% interanual y se encuentran en los niveles más bajos desde 2017, aunque casi todos los rubros se abarataron, la mano de obra aumentó un 16% interanual y ya representa el 10% del costo total de las granjas.

Además, se indicó que una granja eficiente logró en 2025 márgenes de $537/kg, en contraste con $77/kg de una granja menos productiva, “incluso los sistemas de baja eficiencia dejaron atrás siete años consecutivos de pérdidas”.

No obstante, el documento advirtió que los precios actuales del capón todavía se sitúan un 7% por debajo del promedio de 2016–2023 en términos reales. Es decir, los buenos resultados de este año dependen principalmente de costos bajos, un factor que podría revertirse en el futuro.

En este nuevo escenario, el sector ha señalado que, con una base de producción en expansión, un consumo interno firme y la expectativa de ampliar mercados externos, enfrenta un presente y un futuro lleno de oportunidades. El desafío radicará en mantener la competitividad frente a la presión de las importaciones y en resolver sus problemas estructurales para no frenar el crecimiento.

Déjanos tu comentario: