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Lunes, 25 de agosto de 2025

Carlos Burgueño: “Creo que los bancos le van a dar una tregua al Gobierno”

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El periodista y politólogo anticipa posibles movimientos financieros en los próximos días. Según su mirada, a pesar de los conflictos recientes, los desacuerdos por las licitaciones de Letras y Bonos del Tesoro y las recomendaciones de J.P. Morgan podrían llevar a las entidades a buscar un acuerdo.
Carlos Burgueño: “Creo que los bancos le van a dar una tregua al Gobierno”

El periodista y politólogo Carlos Burgueño, en el programa Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3)., evaluó la relación tensa entre el gobierno de Javier Milei y el sector financiero. A partir del diálogo con Jorge, advirtió que, pese a las tensiones por las licitaciones de Letras y Bonos del Tesoro, “Creo que los bancos le van a dar una tregua al Gobierno”, anticipando movimientos estratégicos de las entidades este próximo miércoles.

La labor de Carlos Burgueño, periodista, licenciado en Ciencias Políticas y con maestrías en Economía y Sociología, abarca radios y portales digitales y es columnista los fines de semana en el diario Perfil. Autor de los libros “Los Buitres: Historia oculta de la mayor operación financiera contra la Argentina”, “Las batallas económicas del kirchnerismo” y “Macrinomics: Crónica de una decepción política”.

En una columna publicada ayer en el diario Perfil, señalabas que Emmanuel Kovalivker, uno de los dueños de Suizo Argentina, no tomó los recaudos necesarios y fue sorprendido con 266 mil dólares en su auto, apenas cuatro días después de la difusión de los audios que lo comprometían. Suena curioso el destino de los sospechosos de trapisondas en este país: por torpeza, sentido de impunidad o desconexión con la realidad y falta de lectura de diarios, no se ocupan de limpiar escenas de posibles crímenes. Así me pregunto: ¿es solo casualidad que la droguería haya multiplicado por 20 los contratos con el Estado tras la llegada de Javier Milei, o no debería generar sospecha y cierto grado de impunidad?.

Una droguería sospechada de pagar estos anteriores o los que vienen me produce de todo menos sorpresa. Casi te diría que puede ser guionado. Ahora, lo que sí nunca deja de sorprenderme —y ahí este parrafito que vos leías de la nota— es esa sensación de impunidad, de torpeza o de no haber leído los diarios. Entonces, él tiene tres días para limpiar, para ordenarse, para organizarse; y, sin embargo, tres días y medio después va un allanamiento y lo encuentran escapándose con dólares adentro de un sobre de papel madera. Eso es lo que a mí nunca me termina de sorprender. El tipo tuvo tres días para que, cuando lo encuentren, en lugar de dólares encontrarle biblias, y le encuentra los dólares.

El tipo se cree un impune o nadie le avisó.

También, en la columna anterior, mencionas cierto rompimiento de la relación entre el equipo económico y los bancos. Si finalmente se le suma al caso de corrupción y coimas en la dirección de Discapacidad, se forma una especie de tormenta perfecta para el gobierno. Al mismo tiempo, hay un problema económico, un error de praxis financiera, que colocó a los bancos enfrentados al gobierno.

Hay varias columnas que venimos publicando esto en Perfil: el gobierno está enojado con el círculo rojo. Allí, el último integrante de esa comitiva con el que se peleó y se enojó fueron los bancos, lo que empezó el año pasado, cuando denunció una especie al Macro, al Galicia y a algún otro más por presión sobre el dólar. Siguió la mala relación hasta comienzos de julio, cuando directamente le echó la culpa a los bancos y a los fondos de inversión por la suba del dólar.

Ahora, primero encontremos el momento donde comenzó este mal clima, el 30 de junio, con la publicación de aquel ya famoso informe de J.P. Morgan; entonces, si el gobierno tiene un responsable, es el banco que lo emitió, que en realidad tampoco lo es: hace un análisis, saca una conclusión y les da una recomendación a sus clientes que después se hizo viral. ¿Por qué no se culpa al banco? Porque de allí salió el 80% de los funcionarios del equipo económico. No es una crítica, es un dato. Entonces, podés decir que el culpable es el informe son los bancos o los inversores que siguieron la recomendación. Curioso.

La semana pasada, en la última licitación de Letras y bonos del Tesoro, se pudrió todo. Porque los bancos querían renovar letras a una tasa del 80% y el gobierno les ofreció 69. Más de la mitad de los privados no renovaron, y un día después el mismo aumentó los encajes, o sea, se quedó con esos pesos que quedaban dando vueltas por ahí. Así pasó la semana pasada hasta el jueves, cuando aparentemente empezaron negociaciones entre el equipo económico y los bancos para que la licitación del miércoles próximo no fuera fallida.

Aquí va una interpretación: creo que los bancos no se van a sumar a la mala hora y que le van a dar una traba al gobierno.

Además esto vale también para la mayoría de la sociedad, que el gobierno y su plan económico se desmorone, termina siendo mal para todos. Más allá de las críticas, es un barco en el que estamos todos adentro.

Si esto fuera a mitad de camino del año que viene, no sé cómo sale el gobierno de esta; pero, como faltan dos meses para las elecciones, que la gente opine y vote. No es una mala reflexión: que al gobierno le vaya muy mal o que se desmorone no le conviene a nadie. Además, hay elecciones pronto; que la gente vote y ahí sacaremos conclusiones.

Estaba escuchando, esperando antes de salir al aire el avance de tu programa sobre el tema de Milei odia al periodismo, y acá hacemos periodismo. En definitiva, nuestra tarea: ¿cuál fue antes y cuál es ahora? Porque podríamos salir a decir: “Está lo mismo que antes. Miren, acá están los hechos, acá están las cosas y acá está nuestra opinión”, en el momento más difícil del gobierno de Milei. Y en poco tiempo, en provincia de Buenos Aires y en la Nación, vamos a votar: probablemente la gente termine votando no queriendo que se caiga todo, porque estamos todos dentro del barco.

Los bancos pidieron una tasa del 80% y finalmente el gobierno ofreció 20 puntos menos, 62% ya es una cantidad enorme para una inflación de 30%, y el 80% pasa a ser una especie de exageración. Me gustaría interpretar que, en realidad, lo que solicitaban no era exactamente eso, sino algo que finalmente no era del todo posible. ¿Cuál debería haber sido la actitud del gobierno?

Vos pensás que hoy una pyme va al banco y le cobran 130%. ¿Qué hace la pyme? No sacarlo. Yo le diría al banco que se preocupe si una pyme saca ese porcentaje, porque probablemente esté ahogada y no pueda devolverlo.

Pero entonces, ¿por qué piden 80%? Le está solicitando algo que, cuando te pido algo imposible, en realidad no es eso; no estoy pidiendo otra cosa ni diciendo otra cosa. Lo que dicen los bancos es: quiero quedarme en pesos y eventualmente irme a los dólares. Las entidades financieras no pueden comprar más del 5% de su capital en dólares, y la gran mayoría ya alcanzó ese límite. Es como un oxímoron. Al analizarlo, parece un sinsentido de un lado y del otro. ¿Qué me transmite? La sensación de que hay un mar de fondo, que no hay un fin.

Acá hay que introducir otro factor: la oposición, los muy diferentes y eclécticos actores del mercado con sus distintas visiones. También observan un Congreso que, todas las semanas, saca una ley o media votación que compromete seriamente el principal logro económico de este gobierno, que es el superávit fiscal. Si sumás todo lo que el Congreso aprobó o está tratando, hoy el gobierno proyecta un superávit anual de entre 1,6 y 1,8% del PIB. Si se aprobara todo el paquete —desde el Garrahan hasta los ATN—, sería un costo fiscal de 2,5%. Si el costo pasa de 1,8 a 2,5, el déficit sería de 0,5–0,6%, y ahí se acabaría el gobierno de Milei. El logro era el superávit, y pasa otra cosa.

También hay un factor opositor, que mide si puede oler sangre y avanzar. Los mercados lo están evaluando: ¿cuánta fuerza tiene Milei? La respuesta es dual: por un lado, “tiene debilidad importante por lo que pasa en el Congreso”; por otro, “si le va bien el 26 de octubre, puede revertirlo”. Acá, en ese esperar, aparece otra preocupación: “si me voy de pesos, la tasa se va a las nubes”.

Claudio Mardones: ¿No te parece que parte de las pulseadas que están surgiendo en el Congreso justo en este momento, además, en un momento en donde la dinámica legislativa se superpone con la campaña y ni hablar de lo que se espera en torno al fentanilo y en torno al escándalo del Andiz? Pero, ¿no te parece que parte de estas discusiones se habrían podido canalizar si finalmente el gobierno hubiera retomado la discusión por un presupuesto? Porque Milei transita su segundo año como presidente con el último presupuesto del gobierno de Alberto Fernández, licuado y con buena parte de estas discusiones vinculadas a la ausencia de un presupuesto sancionado por el Congreso.

Hay una tormenta perfecta y el gobierno voluntariamente salió sin piloto ni protección, directamente en remerita. Se podría decir: está la oposición, están otros factores y también los hechos de la droguería; todo está presente. Ahora, el gobierno es culpable por su altanería frente a los gobernadores, incluso los propios. Todavía no me explico por qué le enviaron un misil a Frigerio, de Entre Ríos, y algo similar a Cornejo. Están peleándose con Kicillof. Tiene cierta lógica, dicen los libros que hay que hacer eso. A mí me gustaría otro país, pero esto es Argentina.

A ver, una cuestión que quede clara: en los Fondos de Aportes del Tesoro Nacional los gobernadores tienen razón. Se está recaudando más de lo que fija el presupuesto, y esa diferencia la retiene la Nación, aunque corresponde a las provincias, con la premisa de que el presupuesto de 2026 se normalizará.

mv

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