El funcionario, a cargo de la Secretaría de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Provincia mencionó que la abogada le manifestó que ya se había comunicado con los responsables de la Policía Provincial para que se tomaran nuevas medidas para identificar a los autores de los anónimos. “Esto es un delito y sus autores son delincuentes. No caben otros calificativos” definió claramente Carballo. Y por eso señaló que “además de las expresiones de solidaridad es necesario fijar una clara posición de repudio a este tipo de episodios”. La semana pasada, luego de las primeras amenazas sufridas por la doctora Berros, al igual que dos funcionarias judiciales y un periodista de esta ciudad, Carballo ya había expresado que los anónimos y amenazas de ese tipo forman parte de un fenómeno residual, “procedentes de gente a la que lamentablemente le cuesta vivir civilizadamente y en un sistema democrático”. “Quien comete este tipo de hechos demuestra cobardía, pero ello no implica que se deba minimizar la situación. Es un delito y nosotros estamos a disposición de quienes investigan para ayudar a que se aclare” reiteró el funcionario.
