

Dos sacerdotes que forman parte de la capellanía de la Policía de Misiones han sido asignados a cumplir turnos de cuatro horas diarias en comisarías, sin que se les asigne una función específica. Esta disposición, tomada por la Jefatura de Policía de la Provincia, involucra a los hermanos Marcos y Fabián Szyszkowski.
Marcos Szyszkowski lidera la parroquia San Juan Bautista, ubicada en Santo Pipó. Desde ahora, debe trasladarse cada mañana a la comisaría de Jardín América para cumplir un horario fijo. En la entrada de la iglesia, un cartel informa a los feligreses: “El párroco atenderá en la Comisaría de 8 a 12. Orden de la superioridad. Pedimos comprensión”.
La nota continúa con una frase manuscrita que dice: “La fe sigue caminando, incluso entre rejas”.
Fabián Szyszkowski, capellán en la zona de Oberá y director de la capilla de Campo Viera, también notificó a su comunidad que pasará parte de sus días dentro de una dependencia policial. “A disposición de la comunidad en la comisaría”, publicó en sus redes sociales.
Ambos religiosos han adoptado, en el último año, un perfil crítico frente a las autoridades provinciales. Durante el conflicto salarial de 2023, apoyaron a los policías que se acuartelaron en Posadas. Más recientemente, Marcos cuestionó al gobierno misionero en su homilía por el 25 de Mayo, expresando su desacuerdo con la decisión del Tribunal Electoral que impidió el voto a los policías y militares en servicio activo.

En ese mensaje, el sacerdote abordó la situación de los “policías silenciados por opinar, docentes agobiados por salarios indignos, médicos extenuados que trabajan por migajas, presos sin juicios, ciudadanos con miedo a hablar o alzar la voz”.
Al ser consultado por Radio Up de Posadas, Marcos narró cómo se enteró de su nueva situación laboral. “El lunes a las 23:20 me enviaron un mensaje de WhatsApp indicándome que debía presentarme el martes a las 7.00 en Jardín América para una notificación verbal”, explicó. En esa reunión, le comunicaron que tenía que asistir todos los días a la comisaría, sin asignarle tarea alguna. “Sólo debo estar presente”, aseguró.
Frente a esta situación, el sacerdote comentó: “Si esto es una consecuencia de decir la verdad desde el Evangelio, entonces estamos ingresando a un terreno muy delicado. No creo haber dicho nada malo”.
Subrayó que sus mensajes litúrgicos están documentados: “Todos mis mensajes están escritos y entregados al protocolo antes de cada acto. No improviso ni busco controversias”.
Referente al impacto que esta medida podría tener en su labor pastoral, manifestó: “Cumplir mi misión como capellán implica acompañar las labores necesarias y visitar a los detenidos que lo requieran, acercando a Dios a los más necesitados, como dice la palabra”.
Sobre el trasfondo de la decisión policial, Marcos sugirió: “Se puede interpretar como un intento de silenciar la voz profética de la Iglesia. Podría tratarse de una persecución religiosa encubierta”.
El sacerdote enfatizó que su postura no cambiará: “Mis mensajes no varían. La dignidad no se negocia. Si buscan conflicto, tengo firmeza, nada más”.
Desde el Gobierno provincial explicaron que la disposición que afecta a ambos capellanes se basa en que recibían una remuneración mensual sin cumplir con una contraprestación formal. No se proporcionaron detalles adicionales ni se mencionaron sanciones administrativas.
Hasta ahora, la medida se ha aplicado exclusivamente sobre los hermanos Szyszkowski. En círculos eclesiásticos y comunitarios se ha señalado que no existe un antecedente similar en el cuerpo de capellanes de la Policía de Misiones.

Marcos sigue adelante con su labor parroquial, alternando sus funciones religiosas con la presencia obligatoria en la comisaría. En la comunidad de Santo Pipó, el cartel que resalta la fe entre rejas permanece colgado en la entrada del templo.
Por su parte, Fabián continúa con su actividad religiosa en la capilla de Campo Viera, aunque dentro de un nuevo contexto que implica la permanencia diaria en una dependencia policial, sin responsabilidades específicas. Esta situación ha generado muestras de apoyo entre los feligreses y referentes de diversas comunidades eclesiásticas de la provincia.