
De la redacción de INFORME DIGITAL
El Sindicato de Camioneros de Entre Ríos quedó en el centro de una polémica que atraviesa al gremio en un momento decisivo para Hugo Moyano. Según la investigación publicada por Clarín, la obra social de la seccional entrerriana realizó una compra de medicamentos por valores mucho más bajos que los habituales: el ahorro alcanzaba los 20 millones de pesos en una sola operación. Sin embargo, la decisión fue revertida y se ordenó retomar el esquema tradicional de provisión.
La maniobra expone disputas internas en la Federación Nacional justo antes de la reelección de Moyano, donde varias provincias muestran tensiones por el manejo de fondos y proveedores.
Una compra más económica que fue anulada
De acuerdo con la reconstrucción periodística, la obra social entrerriana detectó precios significativamente menores al comparar cotizaciones de medicamentos y avanzó con una compra más eficiente. El ahorro resultaba directo y favorable para el sistema de salud del gremio en la provincia.
Pese a eso, y casi de inmediato, llegó la orden de dejar sin efecto la operación y volver al proveedor histórico, con el que se manejaba la estructura nacional de Camioneros. La instrucción dejó sin efecto el ahorro y reinstaló el circuito de compra anterior.
El proveedor cuestionado y la “mafia de los medicamentos”
El proveedor al que la Federación Nacional ordenó regresar es el empresario farmacéutico Marcos Hendler, mencionado en la década pasada en causas judiciales vinculadas a la llamada “mafia de los medicamentos”, donde se investigaron fármacos adulterados, sobreprecios y maniobras irregulares en el sistema de salud.
La reaparición del nombre de Hendler en este caso reactivó sospechas sobre la transparencia de los contratos de la obra social a nivel nacional. La decisión de forzar la continuidad con ese proveedor, pese a existir un ahorro comprobado con otra opción, generó malestar dentro y fuera de la seccional entrerriana.
Un episodio incómodo en plena interna
La reversión de la compra no solo anuló un ahorro de 20 millones de pesos. También abrió un frente de tensión que golpea directamente la conducción de Moyano. Aunque su reelección aparece encaminada, el episodio entrerriano se suma a una serie de señales de desgaste en distintas provincias, donde las compras de la obra social y su manejo centralizado generan resistencia.
Entre Ríos adquirió protagonismo porque el contraste entre lo que se podía pagar y lo que se terminó pagando pone bajo la lupa la estructura nacional en un área especialmente sensible: la salud de los afiliados.
La conducción provincial queda en el foco
En Entre Ríos, el sindicato está encabezado por Jorge “Piry” Ávalos. Si bien no hubo declaraciones públicas sobre el caso, la operación quedó registrada entre afiliados y dirigentes como un ejemplo de las limitaciones que enfrentan las seccionales para decidir compras y administrar sus recursos.
En un contexto donde varias provincias intentan optimizar gastos y modernizar esquemas de provisión, el freno impuesto desde Buenos Aires encendió alarmas dentro del gremio.
Un ahorro que terminó en conflicto
Lo que comenzó como una decisión eficiente quedó convertido en un conflicto gremial de escala nacional. La diferencia de 20 millones de pesos dejó en evidencia que algunas seccionales podrían estar pagando precios inflados por decisiones centralizadas y proveedores impuestos.
Y, sobre todo, volvió a poner en escena el nombre de Hendler y sus antecedentes judiciales: una señal política que la interna camionera y la conducción de Moyano no necesitaban en este momento.




