El Gobierno de Camboya anunció el viernes la creación de un grupo de trabajo interinstitucional encargado de coordinar la implementación del alto el fuego acordado con Tailandia, siguiendo las directrices del equipo de observadores de Malasia. El primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, actuó como mediador durante las conversaciones que se llevaron a cabo esta semana en Kuala Lumpur.
El teniente general Maly Socheata, subsecretario de Estado y portavoz del Ministerio de Defensa Nacional camboyano, declaró que el objetivo del grupo es “coordinar acciones y proporcionar el apoyo necesario al personal de observación bajo el liderazgo malasio, asegurando así el cumplimiento y la vigilancia del alto el fuego”, según lo informado por la Agencia Camboyana de Prensa (AKP).
Socheata destacó que Camboya se compromete a cumplir íntegramente con los acuerdos alcanzados en el pacto promovido por Malasia y reiteró que el país aspira a “avanzar hacia la recuperación de la paz y la estabilidad en la región”.
Simultáneamente, el portavoz solicitó a las autoridades tailandesas la repatriación inmediata de 18 soldados camboyanos que aún permanecen detenidos en territorio tailandés, así como de cualquier otro miembro de las fuerzas armadas que se encuentre bajo custodia. Aseguró que el Ejecutivo sigue realizando gestiones “activas” para garantizar un retorno rápido y seguro de sus efectivos, siempre por vía diplomática.
El grupo de trabajo estará liderado por el viceprimer ministro y ministro de Defensa Nacional, general Tea Seiha, y contará con el secretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores, Kung Phoak, y el secretario de Estado de Defensa Nacional, teniente general Rath Dararath, como vicepresidentes.
También formarán parte del equipo el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Reales de Camboya (RCAF), el comisionado general de la Policía Nacional, así como altos mandos vinculados tanto al Ministerio de Defensa como al Alto Mando de las RCAF.
Este anuncio se produce apenas cuatro días después de que Tailandia y Camboya acordaran un alto el fuego inmediato tras dos meses de enfrentamientos fronterizos, que ocasionaron más de una decena de muertos y cientos de miles de desplazados, según confirmó el primer ministro malasio.
Un día después de que se anunciara el cese de hostilidades, Malasia envió una delegación diplomática a ambos países para evaluar la situación en el terreno y prevenir una reactivación del conflicto, que se intensificó tras la muerte de un soldado camboyano el 28 de mayo en las cercanías del templo de Preah Vihear, una zona en disputa entre ambos Estados.
Desde entonces, los contactos bilaterales no habían logrado detener los enfrentamientos armados. El acuerdo del lunes representa el primer compromiso concreto entre las partes para poner fin a la violencia en la frontera, con el respaldo directo del Gobierno de Malasia y bajo su activa supervisión.
(Con información de Europa Press)
