

El Ministerio de Capital Humano, a través de la Subsecretaría de Políticas Universitarias de la Secretaría de Educación, ha oficializado una serie de modificaciones estructurales en once carreras universitarias que están reguladas por el artículo 43 de la Ley de Educación Superior N.º 24.521.
Las resoluciones, publicadas en el Boletín Oficial, incorporan cambios en los contenidos curriculares, la carga horaria mínima, los criterios de formación práctica y los estándares de acreditación de títulos. Esta iniciativa, promovida por el Consejo de Universidades, tiene como objetivo adecuar los planes de estudio a “los avances tecnológicos, científicos y productivos del presente”, tal como se indica en el comunicado oficial.
Las reformas abarcan las siguientes carreras:
- Licenciatura en Biotecnología
- Licenciatura en Psicología
- Licenciatura en Ciencias de la Computación
- Licenciatura en Sistemas, Informática, Análisis de Sistemas
- Odontología
- Ingeniería en Transporte
- Ingeniería Naval
- Ingeniería en Sistemas de Información
Las resoluciones que respaldan estas modificaciones establecen una nueva estructura formativa para las titulaciones afectadas, fijando contenidos mínimos, criterios de acreditación y requisitos para las prácticas profesionales. Además, en ciertos casos, se redefinieron las actividades profesionales reservadas al título.
Según la normativa, las universidades tanto públicas como privadas dispondrán de un plazo de hasta doce meses para ajustar sus planes de estudio. Durante ese periodo, podrán presentar acreditaciones de forma voluntaria. Al concluir el plazo, la adecuación a los nuevos estándares se volverá obligatoria para mantener la oferta académica de las carreras involucradas. Para las carreras nuevas, los requisitos se aplicarán de manera inmediata, prohibiendo el inicio del dictado sin la validación correspondiente por parte del organismo acreditador.
La iniciativa también incluye la revisión de la carga horaria mínima requerida, una nueva definición de la intensidad de la formación práctica y la actualización de los estándares nacionales de acreditación. Así, cualquier plan de estudios vigente deberá ser reformulado por las universidades para alinearse con los lineamientos establecidos por el Estado.
En el caso particular de la Licenciatura en Biotecnología, que a partir de ahora estará regulada por la Resolución 980/2025, se han establecido estándares que hasta ahora no existían a nivel nacional. Considerada estratégica dentro del ámbito científico y productivo, esta carrera lidera el proceso de reforma. La resolución incluye contenidos mínimos, criterios para la acreditación y prácticas obligatorias, con el mismo plazo de hasta doce meses para su implementación.

“Estas carreras están incluidas en el artículo 43 de la Ley de Educación Superior N.º 24.521, lo que implica que su ejercicio profesional está regulado por el Estado nacional por su posible impacto directo en la salud, la seguridad, los derechos o los bienes de la población”, indica el comunicado. En consecuencia, se aclara que los planes de estudio deben cumplir con estándares comunes y ser oficialmente acreditados antes de recibir reconocimiento.
El proceso de actualización fue coordinado en colaboración con organismos técnicos como el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) y, en el caso de Biotecnología, con la CONBIOTEC. Según lo detallado en los documentos oficiales, en algunos casos los contenidos podrán ser revisados periódicamente en función de avances técnicos o acuerdos regionales, como los del MERCOSUR Educativo.
El objetivo, afirmaron desde el ministerio, es “garantizar la calidad formativa en un campo de creciente demanda nacional e internacional”. En esta línea, el cumplimiento de los nuevos requisitos será indispensable para la validez nacional de los títulos emitidos bajo estas denominaciones.
El comunicado subraya que las reformas deben implementarse respetando el principio de autonomía universitaria, pero sin omitir los criterios establecidos por la Ley de Educación Superior vigente. De este modo, el Ministerio ha iniciado un proceso de adecuación que impactará de manera directa tanto en las universidades como en los futuros egresados de las carreras afectadas.