
En el marco de una nueva etapa de reordenamiento interno del Gobierno nacional, Daniel Tillard dejará la presidencia del Banco Nación y será sucedido por Darío Wasserman, quien hasta ahora se desempeñaba como vicepresidente de la entidad. Fuentes oficiales confirmaron la decisión y se espera que el Poder Ejecutivo la formalice en las próximas horas mediante un comunicado.
Tillard, dirigente cordobés con vínculo directo con el exgobernador Juan Schiaretti, asumió la presidencia del principal banco público del país en diciembre de 2023. Durante su gestión mantuvo un vínculo político fluido con el entonces jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en una etapa marcada por tensiones internas y reacomodamientos de poder dentro del oficialismo.
El cambio tiene relevancia política. Wasserman es identificado como un dirigente del entorno de Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y figura central en la toma de decisiones del Ejecutivo. Su designación responde a una lógica de mayor centralización del poder en el círculo más cercano al Presidente, tendencia que se profundizó en los últimos meses.
Reconfiguración en áreas estratégicas
El recambio en el Banco Nación se suma a otros movimientos en organismos clave, en un momento en que Javier Milei busca consolidar su esquema de gestión y alinear a los funcionarios con la nueva hoja de ruta política y económica del Gobierno. La conducción del banco público se considera estratégica por su rol en el sistema financiero, su impacto en el financiamiento productivo y su relación con las provincias.
Daniel Tillard había asumido la presidencia del Banco Nación en diciembre de 2023.
Desde la Casa Rosada señalan que la salida de Tillard forma parte de un proceso de “reseteo de equipos” de cara a la segunda fase de la administración libertaria. En ese marco, la llegada de Wasserman busca reforzar la confianza política del núcleo presidencial en un área sensible.




