| Entre Ríos EN LOS MEDIOS NACIONALES |
Domingo, 9 de diciembre de 2018

Cambiemos, entre balas perdidas (Frigerio y Entre Ríos)

Cambiemos, entre balas perdidas (Frigerio y Entre Ríos)

Mauricio Macri se ha propuesto no hacer más pronósticossobre la economía. El relato oficial deberá convivir entonces, en ese terreno,con malas noticias. Hasta que la dirección del viento -habrá que ver cuándo–comience a cambiar. ¿Significa que el Gobierno transitará aquel tiempo sinagenda? ¿Dejará la escena vacante para los mensajes de la oposición? ¿Esposible cuando empieza a despuntar un año electoral determinante?

No es posible. De hecho, desde el propio oficialismo, quizáscon demasiada premura, se empezó a dinamitar el sosiego que había derramado eléxito de la cumbre del Grupo de los 20. Patricia Bullrich, la ministra deSeguridad, se enfrascó en un contrapunto con Elisa Carrió. El motivo: lasmayores facultades que podría disponer la Policía para actuar contra losdelincuentes. Disparar, por ejemplo, sin necesidad de anteponer la voz de alto.Al margen de las razones del conflicto, parece claro que a Cambiemos le calzamejor debatir sobre inseguridad que sobre economía. Al menos, para no quedarestancada en el mutismo.

Tampoco se trata de una estrategia fríamente calculada. ElGobierno se ha caracterizado en estos años por mezclar improvisaciones conerrores no forzados. La verdadera historia del nuevo protocolo policial indicaque fue pergeñado para que entrara en vigencia el día inaugural del encuentrodel G-20. Pero el viernes pasado fue feriado en la Ciudad. El Boletín Oficialrecién fue publicado el lunes. A partir de ese día la reglamentación tuvo vida.Es decir, los agentes no dispusieron de aquella facilidad mientras circularonlos presidentes de las principales potencias del mundo.

Es cierto que el Poder Ejecutivo pudo disponer de inmediatola anulación del protocolo. No lo hizo por tres motivos: requiere algún ejepara su discurso; la puesta en práctica, aunque divida aguas internas,demandará todavía un camino largo; el endurecimiento del combate contra eldelito constituye un reclamo de una mayoría de la sociedad, según la unanimidadde las encuestas. Aunque por ahora se trate de más humo que fuego.

Conviene desmenuzar el fondo de la decisión que detonó ladiscusión en Cambiemos. No existe por el momento la posibilidad de que, salvoalgún desborde, la Policía asuma la nueva responsabilidad sin contar antes conel apuntalamiento de la Justicia. El juez porteño Roberto Gallardo declaró conrapidez la inconstitucionalidad del protocolo. Hay en curso, por otra parte, uncaso que tuvo a comienzo de año enorme resonancia: el agente Luis Chocobar matódurante una persecución en La Boca al joven Pablo Kukoc. Tuvo el reconocimientopolítico de Macri y de Bullrich por su acción. Pero fue procesado por laJusticia y la apelación resultó rechazada por la Corte Suprema. Se encaminahacia un juicio oral y público. Se trata de un antecedente que no facilitará laaplicación de aquel protocolo.

La ministra de Seguridad lo sabe. Aunque exhibe estadísticasque avalarían su parecer. Los homicidios de civiles causados por fuerzasfederales descendieron de 83 en 2015 a 31 en lo que va del 2018. Igual evalúamás reguardos. Solicitaría a los jefes de las fuerzas de seguridad y policialesque hagan una presentación en la Justicia para intentar legitimar el protocolo.Un trámite que corresponde al ámbito Contencioso Administrativo y que debenrespetar todas las escalas. El juez de primera instancia, la Cámara y la CorteSuprema. Es factible que el derrotero burocrático se haga muy extenso.

Por otro andarivel circula la pelea entre Bullrich y Carrióque repuso nerviosismo en Cambiemos. En una época esas mujeres se llevaronbien. Pero existió un quiebre a partir que a la ministra le empezó a agradar suropaje de halcón. Se convenció de tal carácter después que sobrellevó, muchasveces en soledad interna, la tragedia de Santiago Maldonado. La Justiciadictaminó hace pocos días que el artesano no fue víctima de desapariciónforzada. Murió ahogado por abandono en el río Chubut.

Carrió empezó a combatirla por aquel espectacular desplieguede fuerzas que la ministra realizó el año pasado cuando se debatió la reformaprevisional. La diputada también supo de las diferencias con Horacio RodríguezLarreta por los piquetes que, como la semana pasada, asolan la Ciudad. Secolocó del lado del jefe porteño, que es su aliado político natural. En eldistrito donde la líder de la Coalición siempre talla mejor.

Macri está un poco fatigado con los desplantes de Carrió.Pero sabe que no puede prescindir de ella. Se trata de un matrimonio porconveniencia. La diputada es un emblema de la lucha contra la corrupción y laimpunidad. También, de la prédica de la regeneración de las instituciones.Tópicos en los cuales el macrismo anda muchas veces flojo de papeles. Además esreal que la diputada halló cerca del Presidente un sitio estelar en el teatropúblico que nunca tuvo antes. De allí que los rumores sobre un divorciopolítico resultan infundados. El tiempo biológico tampoco juega a favor de lamujer para otro hipotético futuro ensayo.

Carrió cenó hace un puñado de días con un ministrobonaerense a quien le reiteró dos cosas. Que en ningún caso está dispuesta aromper con Macri. Pero que continuará con las diferenciaciones en torno alGobierno hasta que arranque el año electoral. Quizá la diputada no lo sepa peroesa estrategia, el menos en el campo de la inseguridad, no es mal oteada porJaime Durán Barba, el asesor ecuatoriano al que detesta. El péndulo entreBullrich y Carrió podría ayudar a la cosecha de votos en diferentes segmentosque todavía no descartaron definitivamente a Cambiemos para el 2019.

María Eugenia Vidal se ha cuidado muy bien de terciar concautela en la trifulca. La crisis de seguridad siempre tiene su mayor expresiónen el Conurbano. Pero la gobernadora prefiere seguir aplicando la receta queconvino con su ministro del área Cristian Ritondo: la prioridad para ellos esel saneamiento y capacitación de la Policía bonaerense. Desde que asumió comocontracara de su rival, Aníbal Fernández, despachó a 1.339 agentes porcorrupción. A otros 967 por abandono de servicio, 369 por violencia policial,268 por irregularidades funcionales graves, 177 por violencia de género ofamiliar y 268 por otros motivos. Tiene más de 2 mil suspendidos, 700 detenidosy 27 mil sumarios activados. La limpieza global abarcó a 12 mil policías.

Un problema que plantea, según ella, el protocolo deBullrich radicaría en la falta de capacitación del grueso de la Policía. En laBonaerense hay decenas de efectivos que reniegan del ascenso anual por noprestarse al examen de tiro. Temen ser reprobados. El caso más elocuente de laprecariedad general puede reflejarlo el mismo Chocobar. Sin poner en tela dejuicio su intención, le disparó al delincuente con una sola mano. Una técnicaprohibida. De las siete balas que disparó apenas una dio en una pierna deKuloc. Cinco pegaron en muros y veredas. El impacto mortal rebotó en el pavimentoy se incrustó en la espalda de la víctima.

Vidal no impugna a Bullrich. Porque la ministra de Seguridadha sido clave en muchos de los operativos contra el narcotráfico y las mafiasque la gobernadora realizó en su territorio. También, a diferencia del macrismo,se ocupa de contener a Carrió. Aunque la líder de la Coalición cuestionó variasveces a algunos de sus funcionarios. La primera fue la ex procuradora general,Carmen Falbo. Terminó renunciando. También cobraron el propio Ritondo y elministro de Justicia, Gustavo Ferrari. Ambos continúan siendo pilares de lagestión bonaerense.

Llamó la atención la ausencia de la gobernadora en laprimera reunión de corte electoral que el macrismo sostuvo con los radicales.Tuvo su razón: la fiesta de egresada del secundario de su hija mayor. En elencuentro se hizo un repaso a trazo grueso de la situación en las provincias.Pero tuvo cuatro momentos especiales. Los socios interpelaron a Marcos Peña siexiste alguna posibilidad de que, al final, Macri no sea candidato. Larespuesta del jefe de Gabinete fue terminantemente negativa. El interpeladoreplicó interrogando acerca de si la UCR piensa presentar algún candidatocontra el Presidente en las PASO. Los radicales dijeron que no lo tienenprevisto.

Luego se sobrevoló la posibilidad de un adelantamiento delas elecciones a gobernador en Buenos Aires. Ningún macrista lo negó. Dependeráde cómo evolucione la situación económica. Habría, pese a todo, un esbozo. Seharían las PASO unificadas y en la fecha estipulada, agosto. Pero si larealidad lo demandara, la votación bonaerense podría anticiparse a septiembre.Un mes antes de las elecciones presidenciales de octubre. Tal vez, un enviónpara Macri si se tiene en cuenta que con anterioridad habría 13 comicios en loscuales Cambiemos quizás no pueda sonreír.

El último punto involucró a Rogelio Frigerio. El ministrodel Interior poseería un preacuerdo con Macri para continuar a partir del 2020en el BID, si Cambiemos sigue en el poder. Pero le ofrecieron la candidatura enEntre Ríos donde es la figura oficial mejor ponderada. Tal vez con un hándicaprespecto del peronismo: es probable que Unidad Ciudadana respalde al exmandatario K Sergio Uribarri en contra del actual pejotista, Gustavo Bordet.

De esa misma cumbre participó Emilio Monzó. Reelecto para uncuarto período, por unanimidad, al frente de la Cámara de Diputados. Casi noopinó. Conoce la falta de eco a su propuesta de intentar una ampliación en labase política de Cambiemos. Aún en serias dificultades, el macrismo pareceseguir ensimismado.

Déjanos tu comentario: