
En un fallo que marca un hito en la discusión sobre el uso de la inteligencia artificial en la Justicia argentina, la Cámara en lo Penal de Esquel anuló la condena por robo simple contra un hombre después de detectar que el juez de primera instancia había empleado un asistente de inteligencia artificial generativa para fundamentar un tramo central de la sentencia.
La decisión, tomada este miércoles por los jueces Hernán Dal Verme, Martín Zacchino y Carina Estefanía, dejó sin efecto la pena de dos años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo impuesta al acusado, ordenó la realización de un nuevo juicio ante un juez distinto y remitió el expediente al Superior Tribunal de Justicia del Chubut para que investigue el alcance de las irregularidades.
El caso se remonta al 17 de noviembre de 2023, cuando se produjo un robo en un departamento de la ciudad de Esquel. Las víctimas denunciaron la sustracción de $2.000 y USD 400. La pesquisa se apoyó en registros de cámaras de seguridad de la zona, el análisis de un Renault Clio gris y una pericia criminalística sobre imágenes y vestimenta.
El juez penal que intervino en la causa consideró acreditada la autoría del acusado y dictó la sentencia condenatoria el 4 de junio pasado. La defensa, a cargo del abogado Horacio Hernández, impugnó esa resolución cuestionando la valoración de la prueba, la ausencia de evidencia directa y la arbitrariedad en la fundamentación. Entre los puntos centrales, objetó la validez de los videos de las cámaras de seguridad y sostuvo que su defendido se encontraba trabajando en otra localidad al momento del hecho, con testigos que lo respaldaban.
El Ministerio Público Fiscal, en tanto, defendió la solidez de la investigación y la evaluación probatoria, remarcando que la reconstrucción del hecho se basó en registros fílmicos, la labor de un inspector y la pericia criminalística. La fiscalía rechazó además las acusaciones de animosidad policial y descartó la existencia de un complot o manipulación de pruebas.
En la audiencia de impugnación, celebrada el 30 de septiembre pasado, la defensa insistió en la falta de exhibición del material fílmico y en las irregularidades de la pericia, mientras que la fiscalía reiteró su pedido de rechazo de la impugnación.
La frase de la polémica
El eje del conflicto cambió radicalmente cuando la Cámara advirtió que el juez de primera instancia había incorporado en la sentencia una frase que evidenciaba el uso de inteligencia artificial generativa para resolver los planteos de nulidad de la defensa. El texto decía: “Aquí tienes el punto IV reeditado, sin citas y listo para copiar y pegar:”, lo que puso en claro que el magistrado había recurrido a un asistente de IA para redactar un tramo decisivo del fallo, sin dejar constancia expresa ni detallar el alcance de esa intervención.
La jueza Carina Estefanía, al fundamentar su voto, subrayó la gravedad de la omisión: “La circunstancia de no dejar constancia del uso de la herramienta y a qué fines, impide controlar cuál ha sido el grado de asistencia requerida y, con ello, el control de las partes en cuanto a la trazabilidad del razonamiento del magistrado. También se presenta como un obstáculo para este Tribunal al examinar la corrección de la sentencia, en todos sus aspectos, en especial con relación a la fundamentación de la misma.”
La magistrada advirtió que emplear IA en la fundamentación de una sentencia sin transparencia ni control humano adecuado vulnera principios esenciales del debido proceso y la garantía del juez natural.
El juez Martín Eduardo Zacchino coincidió en que la sentencia de primera instancia padece un vicio insalvable de fundamentación, porque no puede determinarse si el razonamiento provino del magistrado o de la IA. “No hay forma de conocer la dirección elegida por el juez, extremo que obsta además a su contralor adecuado”, sostuvo.
Por su parte, el juez Hernán Dal Verme señaló que la falta de explicación sobre el modo y alcance del uso de la IA en un punto decisorio impide a las partes ejercer un control efectivo y afecta el derecho al doble conforme, es decir, la posibilidad de que una condena sea revisada por un tribunal superior.
Por unanimidad, la Cámara anuló la sentencia condenatoria y remitió la causa para que un nuevo juez, distinto al que intervino originalmente, celebre un nuevo juicio.
La regulación del uso de IA
El fallo se apoya en un Acuerdo Plenario del Superior Tribunal de Justicia del Chubut que regula el uso ético y responsable de la inteligencia artificial generativa en el Poder Judicial provincial. Ese acuerdo establece que la IA solo puede emplearse como herramienta complementaria, nunca para delegar la toma de decisiones, y exige la supervisión y validación humana de todo contenido generado por sistemas automáticos.
Además, impone la obligación de resguardar la confidencialidad de los datos y de dejar constancia expresa de la utilización de estas tecnologías.
La resolución de la Cámara firmada esta semana también ordena remitir las actuaciones al Superior Tribunal de Justicia del Chubut para que investigue las consecuencias del uso incorrecto de la inteligencia artificial en el proceso y determine eventuales responsabilidades administrativas o disciplinarias.