“Lo que menos quiere Bromatología es ir contra los comerciantes, pero los procedimientos que permanentemente realiza, tienden a cubrir todos los aspectos que hacen al buen consumo de alimentos”, manifestó el funcionario ante las repercusiones que tuvo las medidas aplicadas por el Instituto de Control de Alimentación y Bromatología de Entre Ríos en comercios de Paraná.
En ese marco, comentó que “los enlatados, en términos generales, están trayendo menos peso”, y se refirió puntualmente a los productos retirados al precisar que “el problema es la cantidad del producto que anuncia el rótulo. Hemos constatado que casi, de cada dos latas, se puede sacar una. Es una diferencia muy importante”.
Explicó entonces el procedimiento que aplica el Instituto de Control de Alimentación y Bromatología de Entre Ríos. “El muestreo que se hace es por triplicado: una muestra se destina a laboratorio para analizar, otra en manos del comerciante debidamente precintada, sellada y lacrada, y una tercera también se deriva a laboratorio para hacer una contramuestra”, indicó Tost. En el caso de las latas de atún desmenuzado en aceite extraída de dos comercios locales, “las contramuestras dieron los mismos resultados”.
Indicó además que la distorsión en estos productos se denomina “productos adulterados, porque no concuerda lo señalado en el rótulo con el contenido real”.
Al ser consultado sobre las responsabilidades que deben asumir los comercios, el funcionario explicó que “el Instituto aplica el Código Alimentario Argentino -la Ley Nacional 18.284 a la cual está adherida el Gobierno provincial-, y a cada infracción corresponde una multa que va desde mil hasta 1 millón de pesos”.
Dicho esto, Tost insistió en que “medidas como las tomadas por Bromatología buscan preservar los comercios”, y recordó que en los controles de los dos últimos años se han encontrado las mismas deficiencias halladas ahora.
Comentó además que estas adulteraciones han aparecido en varios comercios y marcas, y estimó que “el accionar que debe tener el comerciante no debe ser contra nosotros porque somos los que les estamos advirtiendo, al igual que a la población”. Sobre esto, adelantó que esta situación se comunicar a todas las reparticiones de Bromatología de la provincia para que tome las medidas correspondientes.
El funcionario provincial comentó que Bromatología “tiene todos los canales abiertos para recibir los reclamos pertinentes porque se cuenta con un área Legal y Técnica, especialmente para todo lo que es la aplicación del Código Alimentario Argentino”. En ese sentido, mencionó la recepción de notas enviados por comercios manifestando su conformidad con lo decidido, y destacó las facilidades que ofrece el Instituto para cumplir con las multas establecidas.




