
Las autoridades argentinas se preparan para volver a los mercados internacionales de bonos tras casi seis años, con la expectativa de emitir deuda a comienzos de 2026 si las condiciones siguen evolucionando a su favor, según fuentes con conocimiento del asunto.
Que lo estén considerando, aunque finalmente no lo hagan, pone de manifiesto la magnitud del giro que experimentó el país en los últimos dos meses.
En septiembre, el pánico se apoderó de los mercados ante el temor de que el programa de austeridad fiscal del presidente Javier Milei se viera frustrado si la oposición ampliaba su control del Congreso. El peso se desplomó y los rendimientos de los bonos en dólares del país se dispararon por encima del 17%, lo que llevó a la administración Trump a enviar ayuda de emergencia a Milei para contener la ola de ventas.
La estrategia dio resultado. Primero los mercados se estabilizaron y luego repuntaron con fuerza cuando, en las elecciones de fines de octubre, el partido de Milei obtuvo más bancas en el Congreso de las que esperaban los analistas. Los rendimientos están ahora cerca del 10%, es decir, en torno a seis puntos porcentuales por encima de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Ese nivel se aproxima al que el ministro de Economía, Luis Caputo, indicó a inversores como suficiente para considerar la emisión de bonos, según personas al tanto del tema.
Argentina permanece fuera del mercado desde que entró en default por tercera vez en este siglo durante la pandemia. Desde que asumió en 2023, Milei fijó como prioridad recuperar el acceso a los mercados a comienzos de 2026. La salida permitiría además una inyección de dólares para afrontar deuda externa —Argentina tiene vencimientos por USD 4.500 millones en enero y un monto similar en julio— y para reconstruir unas reservas de divisas muy deterioradas.
“Probablemente no estemos tan lejos” del regreso de Argentina a los mercados globales, dijo Gorky Urquieta, codirector de deuda de mercados emergentes en Neuberger Berman. “Un rendimiento por debajo del 10% es el número mágico”.
Una nueva emisión sería probablemente solo un paso dentro de una serie de operaciones de deuda, según personas con conocimiento de las discusiones. Se mantienen conversaciones con varios bancos sobre opciones que podrían reducir los diferenciales y permitir a Argentina colocar nueva deuda.
Entre las ideas figuran una operación de recompra que ofrecería un incentivo en efectivo a los inversores como parte de un canje, una gestión de pasivos combinada con una operación de recompra para obtener hasta USD 5.000 millones y cubrir los vencimientos de enero usando bonos de importadores como garantía, y un canje de deuda por educación, similar a los acuerdos vinculados a la naturaleza que llevó a cabo Ecuador. Toda la información proviene de personas familiarizadas con las discusiones, que pidieron no ser identificadas porque las conversaciones no son públicas.
Caputo dijo a los inversores el mes pasado que Argentina planeaba recomprar bonos con vencimiento en 2029 y 2030, y señaló que pronto se anunciaría un plan completo, que incluiría una hoja de ruta para comenzar a acumular reservas de divisas.
El Ministerio de Economía no respondió a solicitudes de comentarios.
Argentina podría salir ahora a los mercados, especialmente ante la persistente demanda por activos de alto rendimiento de mercados emergentes. No obstante, el gobierno espera una compresión de unos 100 a 150 puntos básicos en la curva de rendimientos, según personas familiarizadas con los planes, para que los costos se acerquen a lo que pagan las principales empresas del país, entre el 7% y el 8%.
La aprobación de un paquete de reformas por parte del nuevo Congreso, que asumirá el 10 de diciembre con el partido libertario de Milei como el bloque más grande en la cámara baja, podría ser el detonante, agregaron las fuentes.
Argentina “saldrá al mercado”, afirmó Pramol Dhawan, jefe de gestión de carteras de mercados emergentes en Pacific Investment Management. “Probablemente será el próximo año, y llevarán a cabo una gestión de pasivos”.
El apetito por la deuda argentina se hizo visible en las últimas semanas. Empresas y provincias han vendido más de USD 4.000 millones en bonos en dólares desde las elecciones del 26 de octubre, frente a apenas USD 130 millones en los tres meses previos a la votación, según datos compilados por Bloomberg.
Una nueva emisión sería probablemente solo un paso dentro de una serie de operaciones de deuda
Y hay más en camino. La petrolera Vista Energy estaría buscando reabrir sus bonos el miércoles y prácticamente todas las provincias también evaluarían emitir pronto. La provincia de Santa Fe está manteniendo reuniones con inversores antes de una emisión prevista, y Chubut también estaría trabajando en una operación. Si Argentina logra liquidar con éxito sus bonos 2029 y 2030, incluso emiten nombres más riesgosos como Chaco podrían volver al mercado, agregó la fuente.
Los planes de Caputo de vender nueva deuda, anticipados a comienzos del año pasado, siempre despertaron cierto escepticismo. En ese momento, algunos títulos argentinos rendían cerca del 20% al medir el rendimiento yield-to-worst, una métrica que asume varios escenarios, pero no un default.
Incluso en medio del renovado optimismo, persisten dudas sobre las perspectivas de Argentina. Según algunos analistas, el país sigue necesitando ampliar sus reservas de dólares, para lo cual debería modificar el régimen cambiario que Caputo y Milei se han comprometido a mantener.
El economista de Barclays Ivan Stambulsky y el estratega Jason Keene dijeron en un informe difundido esta semana que, incluso si el país concreta una operación de recompra para cubrir los pagos de enero, realiza una licitación para los bonos con vencimiento en 2029 y 2030 y recupera el acceso al mercado, seguirá necesitando compras “considerables” de dólares.
“Una mejora significativa de liquidez requiere compras agresivas de dólares, lo que creemos es poco probable con este régimen cambiario”, escribieron.
La última vez que Argentina regresó a los mercados crediticios mundiales lo hizo a lo grande. El país vendió USD 16.500 millones en bonos, estableciendo un récord en un solo día para un país en desarrollo. Los inversores presentaron ofertas por US$68.600 millones en deuda, y los rendimientos quedaron por debajo de los de valores con calificación similar.
Le siguieron una docena de emisiones más, incluido un bono a 100 años, antes de caer nuevamente en default, por novena vez desde su independencia en 1816.
Con información de Bloomberg
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