La Argentina podría registrar, por primera vez en dos décadas, 3 años consecutivos de crecimiento económico. Según un informe de BBVA Research, el producto interno bruto (PIB) crecería 4,5% en 2025 y 3% en 2026 y 2027, después de un 2024 de ajuste y caída. El reporte, sin embargo, advierte que la expansión será desigual entre los distintos sectores económicos.
La estimación de BBVA Research señala un posible cambio de ciclo para la economía argentina: desde 2006 no se encadenaban tres años seguidos de alza en el PBI. No obstante, el documento subraya que, pese a la mejora de las expectativas tras las elecciones legislativas, cuyo resultado “consolidó el apoyo de la sociedad al programa económico”, la recuperación no será homogénea.
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“El desafío se centrará en la heterogeneidad sectorial y la creación de empleo. Los sectores más dinámicos siguen siendo capital-intensivos, mientras que los de mayor caída concentran mano de obra. En 2026 la actividad mantendrá una dinámica heterogénea, pero con una convergencia gradual hacia un crecimiento más equilibrado”, señala el informe.
“Una mayor estabilidad macroeconómica junto con un mejor entorno de negocios permitirían que la inversión y las exportaciones traccione el crecimiento en los próximos años. El PIB per cápita en 2026 alcanzará los niveles del pico previo de 2022″, agregó.
Del reporte de BBVA Research se desprende que, aunque existe confianza en que la recuperación económica y la baja de la inflación se afianzarán en la segunda mitad del gobierno de Javier Milei, la actividad seguirá mostrando una marcada heterogeneidad por sectores.
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El agro dará un fuerte aporte al PBI por la baja de retenciones; la minería se impulsará con los proyectos amparados en el RIGI; y la intermediación financiera contribuirá por el aumento del crédito y de las tasas. En sentido contrario, no hay indicios de que se reactiven la industria, el comercio y la construcción —este último, incluso si el Gobierno modificara su criterio sobre la obra pública—. El retroceso de esos tres sectores afectará de manera especial al empleo formal, dado que concentran la mayor parte de la mano de obra.
Factores que explican la proyección
Entre los factores que sustentan la previsión de crecimiento, BBVA Research destaca el avance de las reformas laboral, tributaria y previsional: “Tras años de estancamiento, las reformas estructurales que impulsa el Gobierno podrían incrementar el PIB potencial, impulsando una senda de crecimiento más sostenido.”
El avance del plan de estabilización también aparece como un pilar central del escenario. El informe indica que el equilibrio fiscal y monetario seguirá siendo la base del programa económico, con un superávit fiscal primario estimado en torno al 1,6% del PIB para 2025 y 2026. Esa disciplina ayudaría a “consolidar el proceso de desinflación y a fortalecer la posición financiera del país”.
BBVA proyecta una inflación del 30% para 2025, del 14% para 2026 (por debajo del REM-BCRA, que prevé un 19%) y del 10% para 2027. Con un desempeño inflacionario “mejor al esperado” en sus dos primeros años, el camino que tiene por delante Javier Milei para la prometida inflación de un dígito anual “será más lento, con la permanencia necesaria de tasas de interés reales positivas”.
En el plano macroeconómico, BBVA Research destacó que la inflación mensual se aceleró en la segunda mitad de 2025, impulsada por la actualización de precios regulados y el alza de la carne, aunque “el traslado de la devaluación a precios resultó contenido”. Tras las elecciones, el Gobierno logró inducir una baja de tasas de interés y el Banco Central (BCRA) empezó a normalizar el marco de política monetaria, reduciendo encajes y flexibilizando regulaciones sobre la liquidez.
El informe prevé que la política monetaria se enfocará en mantener “tasas de interés reales positivas, en torno al 5-7% anual”, y en ofrecer un marco más transparente para el control de los agregados monetarios. A partir de 2026, el BCRA ajustará las bandas cambiarias por inflación y pondrá en marcha un programa de compra de reservas internacionales, en línea con la evolución de la demanda de dinero. La acumulación de reservas, según BBVA Research, dependerá también de la capacidad del Gobierno para refinanciar vencimientos de deuda en los mercados.
Riesgos y desafíos para la economía argentina
A pesar de las perspectivas favorables, el informe advierte sobre varios riesgos y desafíos. La heterogeneidad sectorial constituye el principal reto, dado que los sectores en retroceso concentran el empleo y podrían dificultar la reducción del desempleo y de la informalidad. El mercado laboral, según el análisis, mostrará mejoras graduales que podrían acelerarse si se concretan las reformas laborales.
El sector energético, por su parte, sigue ampliando su superávit comercial, lo que ayuda a estabilizar las cuentas externas, aunque el déficit de cuenta corriente se mantendría cerca del 2% del PIB en 2025 y del 2,5% en 2026.
El documento también remarca la necesidad de avanzar en cambios legislativos que hagan permanente el equilibrio fiscal, así como en la regularización de los subsidios tarifarios. La fragmentación del sistema previsional y la complejidad del esquema tributario continúan siendo fuentes de distorsión y de déficit estructural.
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