Martes, 24 de junio de 2025   |   Economía

Bancos analizan el impacto de un posible bloqueo en la ruta del petróleo ante la tensión en el Golfo Pérsico

Bancos analizan el impacto de un posible bloqueo en la ruta del petróleo ante la tensión en el Golfo Pérsico

La reciente ofensiva de Estados Unidos e Israel sobre las instalaciones nucleares iraníes ha incrementado significativamente el riesgo geopolítico en Medio Oriente, activando las alarmas en los mercados energéticos globales. Tres de los principales bancos de inversión —JP Morgan, HSBC y Goldman Sachs— coinciden en que aunque aún no se han registrado interrupciones físicas en el suministro, el precio del crudo ya incorpora una prima de riesgo considerable debido a la posibilidad de una respuesta iraní que incluya el cierre del estrecho de Ormuz, por donde transita cerca del 20% del petróleo mundial.

Asimismo, coinciden en un aspecto fundamental para Argentina en el contexto regional, que es la oportunidad que tienen los países productores de América Latina. JPMorgan considera que el precio del Brent, sostenido por encima de los US$ 75, “representa una oportunidad para las petroleras de América Latina, como Petrobras, Prio y Vista, que verían mejoras significativas en su generación de caja, dividendos y valoración en Bolsa”.

Según el banco, los precios actuales del Brent, cercanos a los US$ 80 por barril, ya contemplan una probabilidad del 21% de un escenario extremo que afectaría los flujos energéticos en la región. Si Irán decidiera bloquear el estrecho, o si la guerra escalara hacia ataques contra infraestructura crítica como la isla de Kharg (de donde proviene el 80% de las exportaciones iraníes), el Brent podría alcanzar los US$ 120-130. A pesar de este repunte, el banco señala que los inventarios globales continúan creciendo, lo que lleva a mantener su escenario base con el crudo en un rango de USD 60-67 para el resto de 2025, siempre y cuando la situación no se agrave.

Por su parte, HSBC coincide en que el principal canal de contagio económico sería un “shock petrolero”. Aunque estima un posible aumento a corto plazo por encima de USD 80 si Irán cierra Ormuz, también confía en que una respuesta internacional coordinada—especialmente de EE.UU. y China—evitaría un bloqueo prolongado. Con la OPEP+ lista para reintroducir hasta 6 millones de barriles diarios de capacidad ociosa y considerando una caída estacional en la demanda, proyecta una normalización del precio a USD 65 por barril para finales de año.

El análisis realizado por Goldman Sachs plantea dos escenarios: una caída de 1,75 millones de barriles diarios en exportaciones iraníes elevaría el Brent hasta USD 90, mientras que una interrupción del 50% del tránsito por Ormuz durante un mes podría hacer que el crudo alcanzara los USD 110, aunque de forma temporal. La probabilidad de cierre del estrecho en 2025, de acuerdo con mercados predictivos como Polymarket, ha aumentado de un 30% a más del 50% en los últimos días.

En cualquier caso, el petróleo comenzó ayer la jornada con un incremento del 1% hasta los US$ 78 por barril, un panorama menos optimista de lo esperado, pero que reflejó la tensión a la espera de la respuesta del régimen iraní. Sin embargo, con el transcurso de las horas, la cotización se dio la vuelta y registró una caída del 7%, llegando a casi USD 70 por barril, una tendencia que se profundizó tras un mensaje de Donald Trump en la red Truth Social.

“¡TODOS, MANTENGAN LOS PRECIOS DEL PETRÓLEO BAJOS! ¡ESTOY VIGILANDO! ESTÁN CAYENDO EN LAS MANOS DEL ENEMIGO. ¡NO LO HAGAN!”, amenazó. Después de ese mensaje, se revirtió la tendencia alcista del mercado, que no logró recuperarse a pesar de la respuesta iraní con el ataque a la base militar de Estados Unidos en Qatar, del que no resultaron bajas.

Sin embargo, el pronóstico sigue siendo incierto. “Hay una gran imprevisibilidad debido a los conflictos bélicos en curso, lo que genera una enorme volatilidad. Vamos a observar caídas y rebotes”, advierte el analista financiero Francisco Uriburu. Respecto a la situación del precio del crudo, agregó que percibe “un techo en torno a los 77 o 78 dólares en el WTI” y un “emparejamiento con los precios del Brent”. “A pesar de los precios más altos, no se observa un aumento en las acciones de las petroleras, precisamente por este marco de incertidumbre”, concluyó.

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