Miércoles, 23 de julio de 2025   |   Economía

Bancos alertan al Gobierno sobre posibles tensiones en el dólar tras el desarme de las Lefi y la caída de tasas

Las cámaras bancarias le advirtieron al Banco Central que iba a haber “efectos negativos” tras el desarme de las Lefi y que necesitan una herramienta de liquidez para operar con pesos a cortísimo plazo. Tras ese aviso, se desplomaron las tasas y subió el tipo de cambio
Bancos alertan al Gobierno sobre posibles tensiones en el dólar tras el desarme de las Lefi y la caída de tasas

Las asociaciones de bancos presentaron al Gobierno una propuesta para mitigar el impacto del desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (Lefi), que inyectó 10 billones de pesos en el mercado. Esta situación culminó días después en un desanclaje de las tasas de interés en pesos y un aumento de la presión cambiaria.

La carta en cuestión fue dirigida al Banco Central y firmada por las cuatro principales entidades del sector: Adeba, que representa a los bancos de capital nacional; ABA, que agrupa a los internacionales; ABE, de la banca especializada; y Abappra, de los bancos públicos. Esta comunicación fue citada en dos informes de consultoras privadas —Romano Group y Adcap Grupo Financiero— para evidenciar la postura del sistema bancario ante el inminente fin de las Lefi y la posterior inyección de pesos, que el equipo económico debió reabsorber mediante diversas medidas.

En ese mensaje al BCRA, según las consultoras, enviado alrededor del 14 de julio, los bancos propusieron que el Banco Central mantuviera una ventana de liquidez de cortísimo plazo, en lugar de concentrar esa función únicamente en las Lecap que el Tesoro licita quincenalmente. La incapacidad para redireccionar esos pesos en circulación generó una alta volatilidad en las tasas en pesos, es decir, el costo del crédito en moneda local. Esta situación, entre otros factores, presiona las finanzas de las empresas, algunas de las cuales llegaron a enfrentar intereses de hasta el 100%, tal y como informara Infobae.

En la carta reproducida por las consultoras, las entidades señalaron que “al desaparecer este instrumento -en referencia a las Lefi-, las entidades financieras redirigirán esos recursos a través de otros mecanismos. Sin embargo, las alternativas disponibles no poseen las mismas características”, advirtieron.

Las asociaciones bancarias enfatizaron que las Lefi ofrecían beneficios operativos clave para las entidades. “Tienen mayor flexibilidad que otros títulos públicos, al estar exceptuadas de los límites establecidos por el BCRA sobre la exposición al sector público”, se destacó en la misiva, en relación con las regulaciones que previenen que los bancos concentren excesivamente sus inversiones en instrumentos estatales. Esta condición solicitada les habría permitido ajustarse a los requerimientos regulatorios sin afectar los techos actuales para la tenencia de deuda pública.

Ante este panorama, las cámaras bancarias sostuvieron que “la adopción de ciertas medidas […] permitiría mitigar los efectos negativos de la discontinuidad de las LEFI, posibilitando que las entidades se adapten con mayor eficacia a la nueva realidad”. Entre las sugerencias, propusieron facilitar el “traslado del exceso de integración de efectivo mínimo de un período al siguiente”, lo cual “contribuiría a reducir la volatilidad y facilitaría operativamente la integración” de los encajes. El Banco Central había actuado en esta línea el 10 de julio, al implementar la Comunicación A 8277, que flexibilizó el exceso en los encajes.

Otro de los puntos que los bancos solicitaron al titular del BCRA, Santiago Bausili, fue la creación de un mecanismo intradiario de fondeo. Adeba propuso “establecer un sistema mediante el cual las entidades puedan obtener fondos de forma inmediata, al menos hasta las 18 hs, contra la garantía de un título, revirtiendo la operación a última hora del mismo día”. Según la carta, el esquema sería similar al que aplican bancos centrales de países como Estados Unidos, Europa, Japón, Australia, Brasil e Inglaterra, entre otros.

Si una entidad no restituía la totalidad de los fondos al cierre, la diferencia se vería sujeta a un cargo equivalente al doble de la Tamar, es decir, la Tasa Mayorista, que aplica para depósitos superiores a $1.000 millones. Dentro de las recomendaciones regulatorias, también plantearon “exceptuar de los límites de exposición al sector público a las Lecap con un plazo residual inferior a 90 días”.

Finalmente, abordaron el tratamiento regulatorio en relación con el LCR (Ratio de Cobertura de Liquidez), un indicador que evalúa la capacidad de las entidades para enfrentar salidas de fondos en un contexto de estrés durante 30 días. En este marco, Adeba recordó que las Lefi eran consideradas activos líquidos de alta calidad al 100%. “Dado que las Lecap con plazo residual menor a 90 días constituyen una alternativa a esas letras, sería conveniente […] que reciban el mismo tratamiento”, afirmaron. Por lo tanto, propusieron que las Lecap con vencimiento en 30 días pasen de computar el 90% actual al 100 por ciento.

El ministro de Economía, Luis Caputo, criticó el martes 15 a los bancos por no haber reaccionado ante el desarme de las Lefi como se esperaba en el Palacio de Hacienda. “Se suponía que los bancos canjearían las Lefi por Lecaps, pero estos, temerosos de perder la liquidez diaria, no actuaron con la convicción necesaria y optaron por hacer numerales”. Un día después, sorprendentemente, el presidente de Adeba, Javier Bolzico, mantuvo una reunión con el presidente Javier Milei.

En el mismo mensaje, Caputo subrayó que la licitación fuera de cronograma realizada el miércoles 16 fue solicitada por el sistema financiero. “Los propios bancos nos pidieron la licitación que anunciamos el lunes”, afirmó el ministro. Días más tarde, en una participación en el streaming libertario Carajo, Bausili explicó que la licitación había sido coordinada entre el BCRA y la Secretaría de Finanzas, sin aludir a ninguna solicitud por parte de los bancos.

Desde Romano Group indicaron que “la extinción de las Lefi trajo consigo una mayor liquidez en el sistema”, lo que generó una fuerte compresión en toda la curva de tasas. No obstante, advirtieron que un tipo de cambio real relativamente bajo requería tasas cada vez más elevadas para evitar la conversión de pesos a dólares. La entidad consideró que la liquidez excedente ya había sido mayormente absorbida, aunque alertó sobre una “posible incomodidad por parte de los bancos en su gestión de liquidez”, especialmente debido a que la ventana overnight comenzó a cerrarse.

En este contexto, Romano hizo referencia a la propuesta de Adeba y su intención de mantener una ventana de fondeo intradiario garantizada por títulos. También se pronunciaron sobre el esquema de fijación de tasas: “Al retirar al BCRA de esa función y pasar a un control de agregados, la tasa se volvió más volátil, con el Ministerio de Economía marcando el compás”.

Respecto a lo que podría esperarse a futuro, estimaron que la tasa estructural se situaría por debajo de los niveles previos, aunque su evolución seguiría siendo volátil. “Alguna alternativa de gestión intradiaria de liquidez para bancos la consideramos probable”, añadieron sobre el pedido de Adeba.

Por su parte, Adcap Grupo Financiero destacó que “las tasas de corto plazo sugirieron que el Gobierno logró absorber parte del exceso de pesos” tras la licitación no programada de la semana pasada. Alertaron que el lunes, las tasas de fondeo intradiario escalaron hasta el 55% y el martes llegaron a tocar el 80%, con oscilaciones entre el 60% y el 80% durante el mediodía. Según la entidad, esta dinámica evidenció “la fragilidad del esquema actual”.

Desde Adcap recalcaron que la evolución futura dependería de dos factores: la decisión del BCRA sobre su marco operativo —lo que permitiría gestionar mejor la liquidez bancaria— y la actitud de los bancos ante los vencimientos de Lecap a fin de mes. “Rollovers (renovaciones) por debajo del 100% aliviarían presión y podrían hacer retroceder las tasas de muy corto plazo”, evaluaron. Además, advirtieron que el nivel actual del tipo de cambio, sostenido por el Tesoro, prioriza la acumulación de reservas sobre la desinflación, aunque el reciente salto del dólar podría impactar tanto en la inflación como en el panorama político.

Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI), señalaron que “la renta fija en pesos recortó marginalmente sus rendimientos, alejándose de los máximos intradiarios” que superaron el 100% de tasa nominal anual en el tramo más corto. Este movimiento marcó un quiebre en la dinámica alcista que había predominado en los días anteriores, en medio de una marcada escasez de liquidez en el sistema bancario.

Según PPI, algunos inversores —tanto locales como del exterior— comenzaron a reconfigurar sus posiciones de carry trade, interpretando que las altas tasas en pesos respondían a un problema transitorio de liquidez y no a un cambio de régimen.

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