Martes, 24 de junio de 2025   |   Economía

Banco Nación cierra y fusiona sucursales para reducir costos, eliminará 60 filiales y apuesta por canales digitales

La entidad financiera inició un proceso de reorganización con el que tendrá 60 filiales menos, entre sucursales, centros de atención pyme y oficinas operativas. El programa incluye el recorte de estructuras administrativas y la migración hacia canales digitales
Banco Nación cierra y fusiona sucursales para reducir costos, eliminará 60 filiales y apuesta por canales digitales

El Banco de la Nación Argentina (BNA) ha implementado un conjunto de medidas orientadas a rediseñar su estructura organizativa, reducir costos y fortalecer sus canales digitales. Estas reformas están enmarcadas dentro del Plan Estratégico 2024-2027 de la entidad, que busca modernizar su funcionamiento en consonancia con las directrices de austeridad promovidas por el Gobierno nacional.

Uno de los ejes centrales de este proceso es la reducción de la cantidad de puntos de atención al público. Según datos oficiales, en diciembre de 2024, el BNA contaba con 769 unidades distribuidas en todo el país. El objetivo es disminuir esta cifra a 709, alcanzando un nivel similar al registrado en 2015. Esto implicará que el Nación tendrá 60 oficinas físicas menos, incluyendo sucursales, centros de atención pyme y anexos operativos.

Esta reducción se logrará “a partir de la fusión de sucursales, el cierre de unidades superpuestas y la reasignación de recursos humanos”. Desde el banco estiman que el recorte en la red de atención permitirá un ahorro mensual cercano a los $139 millones. Proyectando esa cifra para el segundo semestre del año, el monto acumulado ascendería a aproximadamente $837 millones. La disminución de puntos de atención se alcanzará mediante la fusión de sucursales, el cierre de unidades duplicadas y la reasignación de personal.

Paralelamente, se ha iniciado una transformación en los Centros de Atención PyME Nación. Actualmente, de los 45 que están en funcionamiento, 14 operan en locales alquilados. La nueva estrategia propone abandonar el modelo de atención fija en favor de un esquema itinerante, donde los ejecutivos de cuenta visiten directamente a los clientes. Este cambio permitiría eliminar costos de alquiler, con un ahorro mensual estimado de $30 millones, equivalentes a $180 millones en el semestre.

Los canales digitales

Otro pilar fundamental de este proceso de transformación está vinculado al desarrollo de los canales digitales. A fines de mayo, el 98% de las transacciones realizadas por los clientes del Banco Nación se efectuaban a través de plataformas electrónicas.

Según fuentes de la entidad, el volumen de operaciones de tesorería que requieren presencialidad en sucursal se reduce a un ritmo del 25% interanual. Este fenómeno es impulsado por la migración de productos y servicios al ecosistema digital, que permite operar sin papeles, sin horarios fijos y sin necesidad de desplazarse.

La digitalización también se está extendiendo a las empresas del grupo. Un caso destacado es el sistema de pago abierto para el transporte público, gestionado por Nación Servicios, que recientemente alcanzó un millón de viajes procesados.

En cuanto a la estructura interna, el banco también ha avanzado en la reducción de Gerencias Zonales. Hasta hace poco, existían 33 gerencias con competencia territorial, pero ese número se ha reducido a 29, en función de una reorganización basada en criterios de segmentación económica definidos por el Indec. Además, algunas sucursales han sido reasignadas a otras zonas, con el objetivo de unificar equipos y compartir recursos. Esta medida busca optimizar el uso del personal y reducir gastos operativos al centralizar la supervisión en un menor número de responsables.

Todas estas modificaciones se enmarcan en un contexto de cambio más amplio en el rol del Banco Nación. Según fuentes oficiales, el rediseño estructural y financiero tiene como objetivo mejorar la rentabilidad de la institución y adecuarla a un entorno de mayor competencia bancaria. En este sentido, el gobierno nacional promueve la reconversión de la entidad en sociedad anónima, transformación que requerirá aprobación legislativa y que ya genera debate en el Congreso.

Desde la gestión económica oficial se ha señalado que este proceso busca “racionalizar el funcionamiento del Estado” y fomentar una mayor disciplina fiscal. En el caso del BNA, el desafío será equilibrar su histórica función social con un modelo de negocios más orientado hacia la eficiencia y la sostenibilidad financiera.

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