
El gobierno argentino anunció una rebaja del impuesto a la exportación —las retenciones— para la soja, que pasa del 26% al 24%, y para el aceite y la harina derivados, que bajan del 24,5% al 22,5%. La administración de Javier Milei también comunicó que reducirá las alícuotas para los embarques de maíz del 9,5% al 8,5% y las del trigo del 9,5% al 7,5%. Una fuente del Gobierno dijo a Reuters que la medida comenzará a regir una vez publicada en el Boletín Oficial, en los próximos días.
¿Cuál será el efecto de la reducción de retenciones?
1) En el corto plazo, la medida impulsará las ventas de trigo, cuya comercialización se concentra en diciembre y enero, y también influirá parcialmente en las liquidaciones del complejo sojero, que se concentran mayormente entre abril y julio.
2) La señal más clara del Gobierno es que este recorte de alrededor de dos puntos en las alícuotas de derechos de exportación es permanente, lo que lo diferencia de la reducción temporal al 0% aplicada en septiembre por apenas 72 horas y con un tope de USD 7.000 millones en DJVE (Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior). Precisamente porque se incentivó la liquidación en septiembre, a esta altura del año queda poco producto remanente para ofrecer en plaza.
3) En materia de recaudación, los derechos de exportación aportaron cerca de 7 billones de pesos en 2025. Ese monto, que equivale a algo más del 4% de los recursos tributarios, representa unos USD 4.900 millones.
Si se considera que las alícuotas para soja y sus derivados se reducen en dos puntos desde la liquidación del segundo trimestre (del 26% al 24% para el grano sin procesar y del 24,5% al 22,5% para productos industriales), se estima una caída de recaudación del 8% para ese cultivo en el año siguiente. En maíz, la baja de recaudación rondaría el 10,5% (por la reducción de un punto en la alícuota), y en trigo sería del 37% (al bajar la alícuota en 4,5 puntos respecto de enero de 2025).
Una contracción de la recaudación del sector en torno al 9%–10% interanual implicaría un costo para las arcas públicas de al menos USD 500 millones, si los precios internacionales se mantienen con pocas variaciones respecto del nivel actual.
Estimaciones del Romano Group calculan en torno a USD 580 millones el costo fiscal de la medida en 2026, mientras que un análisis de la consultora LCG proyecta una renuncia de recaudación cercana a USD 687 millones. Estos números dependen del volumen exportable y de la evolución de los precios internacionales.
4) En términos cambiarios, la baja de retenciones puede potenciar las ventas de trigo —el cultivo con la mayor reducción relativa— y, por tanto, mejorar el ingreso de divisas al mercado durante el verano. El cereal llega con estimaciones récord para la presente campaña: 24,5 millones de toneladas según la Bolsa de Comercio de Rosario y 25,5 millones según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Sumando un stock inicial estimado en 3,4 millones de toneladas de la cosecha anterior, la oferta total se ubicaría entre 27,9 y 28,9 millones, dejando un saldo exportable de 16 a 17 millones frente a 12,3 millones del ciclo anterior.
Con precios en Chicago de USD 197 por tonelada, el trigo podría generar unos USD 3.200 millones en exportaciones este verano, es decir, alrededor de USD 700 millones más que la campaña anterior, aunque esa mejora responde más al mayor volumen exportable que al incentivo tributario.
5) El beneficio para el productor será parcial: en un período de alta liquidación, el traslado de la baja impositiva al precio doméstico suele ser reducido. Un informe de la Universidad Austral consignó que “la decisión del Gobierno de bajar las retenciones generó una lectura ambigua en el mercado. Aunque la medida busca mejorar la competitividad, su impacto real es acotado” en los precios de la plaza local. “Hoy la industria debería estar mostrando márgenes positivos de entre USD 10 y USD 12 por tonelada, pero continúa en terreno negativo”, señaló Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.
De cara a la nueva cosecha de soja, los márgenes potenciales de mejora para el productor son de USD 20 a USD 30 por tonelada, mientras que los cereales siguen registrando márgenes negativos de entre USD 5 y USD 10 por tonelada. Por eso Romano advirtió que “no corresponde esperar un traslado lineal de la baja impositiva al precio, porque el mercado siempre se define por oferta y demanda. Además, falta conocer la letra chica del decreto para saber si la baja es temporal o si tendrá condicionantes: Por ahora, la medida tiene gusto a poco”.
“La decisión se asocia con la necesidad de generar dólares en el verano de parte del complejo sojero” (Javier Preciado Patiño)
La ingeniera agrónoma y analista Paulina Lescano precisó que “en el caso de la soja se estaba pagando muy por encima de la capacidad de pago teórica con los derechos de exportación que había hasta el viernes. La rebaja de derechos de exportación para soja podemos decir que representan unos USD 8 por tonelada y parece difícil que se vea una mejora respecto de los niveles que tuvimos el viernes pasado; si se da esa suba, es una oportunidad para aprovechar. En el trigo son cerca de USD 4 por tonelada la mejora, pero en el trigo tenemos la contra de que se está bajo la presión de la cosecha, entonces es difícil que se vea esa mejora. En maíz la mejora es de dos dólares por tonelada”.
“La decisión se asocia con la necesidad de generar dólares en el verano de parte del complejo sojero, porque la ventas de los productores fueron muy bajas en las últimas semanas, no mayores a 100.000 toneladas por día, nivel que no hace posible completar el programa de exportaciones de enero, febrero y marzo. Esto podría mejorar la oferta de precios para los productores e impulsarlos a venderle soja a la industria y generar dólares para una economía debilitada”, comentó el ingeniero agrónomo y asesor Javier Preciado Patiño.
“Es una mejora de precio importante, aunque no veo al productor con ganas de vender soja, maíz y trigo” (Salvador Di Stefano)
“Es una decisión muy valorada y positiva. Es clave seguir avanzando en la baja de derechos de exportación, especialmente en el complejo agroindustrial de la soja”, dijo a Reuters Gustavo Idígoras, presidente de Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y Centro Exportador de Cereales (CEC).
“Es una mejora de precio importante, aunque no veo al productor con ganas de vender soja, maíz y trigo. Y respecto a la recaudación, el impacto no va a ser tan importante”, expresó el analista y asesor de negocios Salvador Di Stefano.
“El impacto en este momento no lo veo tan claro, porque evidentemente estamos hablando de que mucha soja se vendió ya, con lo todo va como una señal pensando en la nueva campaña 2025/2026, una señal de apoyo a que se siembre y se produzca más que al impacto que pueda generar en el corto plazo un escenario comercial y la recaudación asociada. No veo grandes impactos inmediatos, tiene que ver con un incentivo para que el productor siembre y sepa que tiene el apoyo del Gobierno para ir cambiando de a poco el escenario y la política de retenciones”, afirmó el analista financiero Ruben Ullúa.
“No corresponde esperar un traslado lineal de la baja impositiva al precio que recibe el productor” (Dante Romano)
Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, y el tercero de maíz. De esta forma, el Gobierno se acerca a su promesa electoral de eliminar gradualmente la tasa a las exportaciones del sector.
“Damos hoy un nuevo paso en el camino del alivio fiscal para el sector agropecuario, avanzando en la reducción permanente de los derechos de exportación para las cadenas de granos y subproductos”, señaló el ministro de Economía, Luis Caputo, en la red social “X”, donde agregó que “eliminar las retenciones ha sido siempre una prioridad para el Presidente. Y seguiremos haciendo todo lo posible por alcanzar este objetivo lo antes posible”. “Ya hemos dado muchos avances concretos en esta dirección y seguiremos haciéndolo, en la medida que las condiciones macroeconómicas así lo permitan”, añadió Caputo.
“No veo grandes impactos inmediatos, tiene que ver con un incentivo para que el productor siembre y sepa que tiene el apoyo del Gobierno” (Ruben Ullúa)
Las cámaras de exportadores y procesadores de granos celebraron la decisión del Gobierno, aunque los analistas ponen más énfasis en la señal para la próxima campaña que en una mejora significativa de las exportaciones en el corto plazo.
¿Cómo quedan las alícuotas?
- Soja: de 26% a 24%
- Subproductos de soja: de 24,5% a 22,5%
- Trigo y cebada: de 9,5% a 7,5%
- Maíz y sorgo: de 9,5% a 8,5%
- Girasol: de 5,5% a 4,5%
“Con la baja de retenciones anunciada hoy (ayer), las alícuotas permanentes de derechos de exportación del maíz y el trigo se ubican en mínimos de seis años”, precisó la Bolsa de Comercio de Rosario.
“Esta baja de retenciones busca mejorar la competitividad de la agroindustria, uno de los motores más potentes de la economía argentina y responsable de cerca del 60% de nuestras exportaciones”, expresó Caputo. Y reafirmó la “convicción de que el campo argentino seguirá creciendo, generando empleo, impulsando el desarrollo en cada región del país y fortaleciendo la presencia de la Argentina en los mercados del mundo. El camino es claro: menos impuestos, más producción, más oportunidades y trabajo para todos los argentinos”.
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