Martes, 30 de septiembre de 2025   |   Internacionales

Autorretrato de Frida Kahlo podría convertirse en la obra más cara vendida por una artista femenina en subasta

La obra “El Sueño (La Cama)” de la artista mexicana será subastada en noviembre, con estimaciones que la posicionan como la obra femenina más valiosa, superando los 40 millones de dólares según expertos del mercado internacional
Autorretrato de Frida Kahlo podría convertirse en la obra más cara vendida por una artista femenina en subasta

En noviembre saldrá a subasta en Sotheby’s una de las piezas más emblemáticas de Frida Kahlo, “El Sueño (La Cama)”, atrayendo el interés de coleccionistas y especialistas de todo el mundo. La casa de subastas calcula que la pintura podría alcanzar una cifra histórica de entre 40 y 60 millones de dólares. Si se confirma esa estimación, el autorretrato tendría el potencial de convertirse en la obra más cara jamás vendida de una artista mujer, una expectativa sustentada en la creciente atención y revalorización internacional de la figura y el legado pictórico de Kahlo en los últimos años.

Julian Dawes, director de arte impresionista y moderno de Sotheby’s, resaltó la relevancia del hecho: “No solo es una de las obras más importantes de Kahlo, sino una de las pocas que existen fuera de México y no forman parte de una colección de museo”. Con ese comentario a Associated Press, Dawes subrayó la doble excepcionalidad de la pieza: su importancia artística y la rara oportunidad que supone adquirir una obra de la pintora mexicana en el mercado internacional.

“El Sueño (La Cama)”, pintado en 1940, es un claro exponente de los autorretratos de Kahlo, donde el simbolismo, la imaginería onírica y el dramatismo íntimo se entrelazan. La obra representa a la artista dormida en una amplia cama con dosel, rodeada de enredaderas verdes. Sobre el dosel aparece un esqueleto de gran tamaño, cubierto con explosivos y adornado con un ramo de flores, que yace directamente sobre la pintora. Este perturbador y poderoso despliegue visual suele interpretarse como una reflexión sobre la relación entre la vida y la muerte, un tema recurrente en la obra de Kahlo.

Kabir Jhala, de Art Newspaper, señala que la artista conservaba un esqueleto de papel maché sobre su propia cama para “simbolizar la continuidad entre la vida y la muerte, un tema recurrente en toda su obra”. Incluso Diego Rivera, esposo de Kahlo, llegó a bromear en su momento diciendo que el esqueleto era el amante de Frida.

El mundo del arte sigue con atención la subasta de “El Sueño (La Cama)”, una puja que podría redefinir el valor de las obras creadas por mujeres. Si se verifica la estimación de Sotheby’s, la pintura superaría el récord vigente para una obra de una artista femenina, que actualmente pertenece a “Jimson Weed/White Flower No. 1” (1932), de Georgia O’Keeffe, vendida en 2014 por 44,4 millones de dólares. En tanto, el récord de venta para una obra de Kahlo lo ostenta el autorretrato “Diego y yo” (1949), adjudicado en 2021 por 34,9 millones de dólares.

Anna Di Stasi, directora de arte latinoamericano de Sotheby’s, puso en valor la trascendencia de la pieza: “El Sueño se encuentra entre las obras maestras más importantes de Frida Kahlo, un ejemplo excepcional y sorprendente de sus impulsos más surrealistas”.

Nacida en la Ciudad de México en 1907, Frida Kahlo vivió marcada por el dolor físico y emocional a raíz de un grave accidente de autobús en su adolescencia. Las secuelas de aquel siniestro condicionaron gran parte de su producción, en la que el cuerpo y el sufrimiento, así como la vida y la muerte, aparecen como temas centrales. Obras como “La columna rota” (1944) muestran a Kahlo con la columna vertebral sustituida por una jónica agrietada, mientras que “El Hospital Henry Ford” (1932) aborda su dolor por la dificultad para concebir.

“El Sueño (La Cama)” fue pintado en un momento de convulsión personal para Kahlo en 1940. Ese año se produjo el asesinato del revolucionario León Trotsky, quien fuera su amante, y también su divorcio de Diego Rivera, aunque ambos volverían a casarse poco después. Sotheby’s destaca que en ese periodo Kahlo atravesó un proceso de trauma personal y de renovación creativa. Según Dawes, ese lapso marca la cima del potencial artístico de Kahlo, con obras de extraordinaria densidad emocional y simbólica.

El interés por la obra de Kahlo se refleja en el mercado de subastas de alto perfil: en 2021 “Diego y yo” superó los 34 millones de dólares, estableciendo un récord hasta entonces para la artista. A nivel general, la cifra más alta alcanzada por una obra de una mujer la ostenta actualmente Georgia O’Keeffe; sin embargo, la venta de “El Sueño (La Cama)” podría alterar ese panorama e inaugurar una nueva etapa de valoración para el arte producido por mujeres.

La obra de Kahlo se distingue por su potente iconografía, donde animales, raíces, flores y figuras humanas conviven en composiciones que exploran el dolor, la identidad, la feminidad y la muerte. En sus autorretratos aparecen con frecuencia monos, loros, raíces de árboles y presencias como la de Diego Rivera, reflejando no solo rasgos personales sino también influencias del muralismo y de la cultura popular mexicana. Como observa Dawes sobre “El Sueño (La Cama)”, Kahlo fusiona “la imaginería onírica y la precisión simbólica con una intensidad emocional inigualable”.

La subasta se inscribe en el marco de “Exquisite Corpus”, una colección privada que reúne más de 80 piezas clave del surrealismo, entre ellas obras de Salvador Dalí y Max Ernst. Aunque Kahlo nunca se adscribió formalmente al movimiento, su obra ha sido vinculada por muchos al surrealismo por sus imágenes oníricas y su interés por el subconsciente. Según Dawes, “pensaban que era surrealista, pero no lo era”, parafraseando a Kahlo: “Nunca pinté sueños. Pinté mi propia realidad”. Esa difusa frontera entre realidad y sueño encuentra en “El Sueño (La Cama)” una de sus manifestaciones más potentes y universales.

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