"Se trata de una venta entre privados, de la cual incluso tengo poca información, por lo cual es poco lo que puedo expresar”, dijo ayer el intendente Julio Solanas, a propósito de la posible enajenación del Hipódromo Almafuerte.El presidente de la comisión directiva del Jockey Club, José Carlos Hernández había reconocido “un acuerdo de palabra” con un grupo inversor cordobés, liderado por el empresario Emilio Luty, interesado en construir un shopping, cines y un complejo habitacional en el céntrico predio. Como contrapartida, un nuevo hipódromo se construiría en Oro Verde.Sin embargo, hasta ayer no había ningún trámite iniciado en la Municipalidad, para modificar los usos urbanos en las 22 hectáreas entre Almafuerte, Artigas y Maciá.Tampoco hubo ninguna propuesta en la Justicia. Teniendo en cuenta que por la quiebra la comisión directiva no dispone de los bienes, la oferta económica debe llegar al Juzgado de Primera Instancia Civil y Comercial Nº 8.“Desde el gobierno sólo podemos pretender que se preserve un porcentaje de espacio verde”, añadió el intendente, quien reconoció que hubo reuniones hace muchos meses atrás con directivos de la entidad hípica.Al remarcar una vez más la cuestión privada de la transacción, Solanas citó que “cuando remataron el club Belgrano fue lastimoso y no hubiésemos querido que eso pase”, aunque aclaró que está al margen de la cuestión pública.En tanto, el subsecretario de Planeamiento Gastón Grand indicó que en lo que va de la gestión “hubo al menos dos propuestas presentadas para el lugar” y reconoció contactos con gente de Córdoba, “aunque fue hace tiempo”.En aquella oportunidad -aproximadamente hace seis meses-, se inició un expediente de Permiso de Uso, pero “que resultó insuficiente por falta de información acerca de los usos en cada sector del predio”. La posición de la Municipalidad, dijo, es recepcionar proyectos.En tanto, el secretario general del sindicato de Obreros y Empleados del Jockey Club, Elio Demartín, sostuvo que “no sabemos nada de la venta”, aunque se mostró a favor de la posibilidad de un nuevo hipódromo, junto a un importante complejo deportivo “que garantice la continuidad de las fuentes laborales”.Empleado desde hace 37 años, dijo que “lo vi vendido la misma cantidad de veces”, en referencia a la constante ola de rumores sobre el futuro del predio, donde actualmente viven alrededor de 150 personas y trabajan otras 50.La última joya de la abuelaUna vez más, el Hipódromo toma el centro de la escena por su posible venta. Valuado en más de 40 millones de pesos y una deuda ínfima si se mira el capital patrimonial -la quiebra es por 6,5 millones de pesos-, se intenta concretar un negocio millonario, esgrimiendo razones de modernidad y beneficios comerciales, que nunca suelen ser beneficiosos para la comunidad.No sólo es un pulmón verde, sino un pedazo de historia. Y como tantas otras instituciones, quedaron en bancarrota por dirigentes que nunca pagan por sus errores. Tampoco desde hace un tiempo a esta parte hay interés de las autoridades gubernamentales por privilegiar el lugar. Casi ocurre lo contrario.Sostener que está abandonado y sucio, no es válido si se considera que buena parte de la ciudad también lo está.Por lo tanto, será cuestión de esperar, mientras muchos paranaenses observan en silencio y dolidos los pasos finales de una de las últimas joyas de la abuela.Cambiar las ordenanzas y el paisaje de la ciudadSobre el histórico y millonario predio donde desde 1922 funciona el Hipódromo, rige la Ordenanza Nº 8.232 sancionada a fines de 2000, que lo declaró de Interés Público, con el fin de preservar su valor ambiental, urbanístico y arquitectónico. En la norma se declara de Interés Histórico y Arquitectónico el edificio y Palco Oficial, tribuna popular, boleterías, caballerizas y portones de rejas de ingreso sobre calle Salvador Maciá.Por ello, cualquier emprendimiento que pretenda afectar el inmueble deberá autorizarse mediante ordenanza municipal, previo dictamen de asesoramiento de las comisiones de Preservación y Defensa del Patrimonio Urbano y Asesora del Código Urbano municipal.La ordenanza impide la enajenación en pequeñas partes y exige un proyecto integral en la zona.“Tenemos un esquema organizativo al que se deben adaptar, que es ambicioso: el municipio tiene la facultad de pedir 10% de espacio público, más apertura de calles”, planteó Grand y citó continuar calle 3 de Febrero y hacer un desvío de tránsito desde Almafuerte a Racedo.Y citó que las tipas de Artigas y Maciá se deben preservar, igual que el frente edilicio sobre Maciá. (Fuente UNO)
