Viernes, 1 de agosto de 2025   |   Campo

Aumento en los costos estratégicos impacta la producción agrícola y su rentabilidad a largo plazo

Aumento en los costos estratégicos impacta la producción agrícola y su rentabilidad a largo plazo

CÓRDOBA.- Para la campaña 2025/26, los arrendamientos agrícolas en esta provincia se estiman en aproximadamente 12 quintales de soja por hectárea, medio quintal más que en las últimas dos campañas y equivalente a lo registrado en 2022/23. Esta información se obtiene de un estudio de la Bolsa de Cereales de Córdoba, que también señala que el costo promedio ascenderá a unos US$338 por hectárea, lo que representa el segundo valor más bajo de los últimos seis períodos, y US$27 por debajo del ciclo anterior.

Al considerar la inflación para la próxima campaña, se prevé un incremento de US$23 por hectárea en comparación con la anterior. Esta cifra está muy por debajo del ciclo 2022/23, cuando alcanzó los US$575 por hectárea a precios actuales. La Bolsa aclara que para estos cálculos se tomó como referencia mayo de 2026, ajustando todos los valores de la serie al mismo poder adquisitivo de ese mes.

Gonzalo Agusto, economista de la Bolsa de Cereales, destaca que el análisis más pertinente es en quintales por hectárea, que es el parámetro utilizado para medir otros costos. “Con ese esquema, el aumento es relativo, aunque el arrendamiento se encuentra entre los más altos. En la campaña 2011/2012 se registraron 11,5 quintales por hectárea, y debido a las políticas que impactaron en el sector —como la brecha cambiaria y el deterioro del precio de la soja, sumados a las retenciones—, ese costo disminuyó hasta 2016. Esto evidenció la situación de un sector golpeado. Con las medidas implementadas en la gestión de (Mauricio) Macri, se recuperaron los valores”.

La baja de las retenciones que opera desde este mes no tendrá un efecto inmediato en los arrendamientos

Según Agusto, la reducción de las retenciones que comienza a regir este mes no tendrá un impacto inmediato en los arrendamientos. “En un contexto de precios bajos, es un alivio; podría haber cierto impacto más adelante, pero menor. Si se eliminaran los derechos de exportación, sería diferente, ya que haría al sector más atractivo y aumentaría la competencia por las tierras, elevando su precio”.

El estudio estima, a partir de las respuestas de las encuestas, que el 23% de los pagos se realiza semestralmente, seguido del 21% de forma trimestral y, en tercer lugar, el 17% de manera mensual. El 11% opta por el pago a cosecha, mientras que el 10% elige abonar la mitad al momento de la siembra y el resto a cosecha. Un 6% prefiere la retribución anual, y la categoría “otros”, que representa un 14%, incluye pagos anticipados, cuatrimestrales, a disposición del arrendador y a porcentaje, entre otros.

En el análisis por departamentos de la provincia de Córdoba, ocho muestran un incremento en sus arrendamientos, cuatro presentan bajas y cinco se mantienen estables. Calamuchita, con un aumento del 10%, es la que más ha crecido; en contraste, Río Seco experimentó una caída del 5,6%.

Los arrendamientos más altos son los de la zona sudeste de la provincia, Marcos Juárez con 18,5 quintales de soja por hectárea y Unión, con 16.

Los arrendamientos más altos se concentran en la zona sudeste de la provincia, donde Marcos Juárez registra 18,5 quintales de soja por hectárea y Unión 16. Les siguen Juárez Celman con 12,5 quintales y General San Martín, Colón y Juárez Celman, con 12 quintales. En el extremo opuesto, se encuentran Río Seco y Tulumba, con 8,5 y 9,5 quintales por hectárea, respectivamente.

En cuanto a la dispersión de datos, Unión muestra la mayor variabilidad, con una diferencia de ocho quintales por hectárea, donde el mínimo arrendamiento es de 12 quintales y el máximo de 20. Durante la actual campaña, el valor promedio se mantiene en 11,5 quintales de soja por hectárea, cifra que se repite por tercer ciclo consecutivo.

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