Viernes, 22 de agosto de 2025   |   Economía

Aumento de la morosidad en préstamos bancarios alcanza el nivel más alto en 18 meses, impulsado por créditos personales y tarjetas.

La irregularidad en el crédito privado se elevó en junio en todos los segmentos, con especial foco en los créditos personales y las tarjetas de crédito
Aumento de la morosidad en préstamos bancarios alcanza el nivel más alto en 18 meses, impulsado por créditos personales y tarjetas.

La morosidad en el crédito al consumo experimentó un notable incremento en junio, alcanzando niveles que se duplicaron en el último año en ciertas líneas, según los datos oficiales publicados en el Informe sobre Bancos del BCRA.

El índice de incumplimiento global del sector privado ascendió al 2,9% del total, superando el 2,6% de mayo y notablemente más alto que el 1,8% registrado en junio de 2024. Este es el registro más elevado desde el 3,5% de enero de 2024, en el contexto de la devaluación del peso y el salto inflacionario que marcó el inicio de la gestión de Javier Milei.

Sin embargo, los datos más significativos del informe del Banco Central se refieren al crédito al consumo, especialmente en la comparación interanual, que se aplica en un periodo de baja actividad económica. Por ejemplo, las tarjetas de crédito presentaron una morosidad del 4,4%, más que el doble del 1,9% de junio de 2024; en cuanto a los préstamos personales, la irregularidad aumentó del 4,1% al 6,4% en el mismo periodo.

El incremento de la morosidad fue mucho más moderado en los préstamos con garantía real, lo que confirma que las familias suelen priorizar el pago de créditos destinados a la adquisición de vivienda o automóviles. Los créditos hipotecarios tienen una morosidad del 1,4%, en comparación con el 1,7% de hace un año. En el caso de los hipotecarios UVA, ajustados por inflación, la morosidad es aún menor, situándose en 1 por ciento.

En lo que respecta a los créditos prendarios, la irregularidad se mantuvo en un 2,6%, casi sin variaciones respecto al dato del año anterior (2,4%).

El informe del BCRA destacó que el aumento en la tasa de irregularidad del crédito al sector privado “fue generalizado entre los grupos de entidades financieras”, tanto públicas como privadas, y que la morosidad del crédito a las familias “alcanzó el 5,2% en el mes, superando el mes anterior, principalmente debido a las líneas destinadas al consumo”.

“El ratio de irregularidad de las financiaciones a las empresas totalizó 1,1%, manteniéndose sin cambios significativos en comparación con el registro de mayo”, añadió el informe.

Paralelamente, los datos del BCRA reflejan un avance del crédito en junio, resultado del inicio del desarme de las LEFI, que impulsó a los bancos a colocar su liquidez excedente. La finalización de este instrumento, a partir del 10 de julio, provocó una fuerte volatilidad en las tasas y un estancamiento en el crédito que no se ve reflejado en este informe.

“La actividad de intermediación financiera con el sector privado continuó creciendo en junio. El saldo real de crédito a empresas y familias en pesos se incrementó un 4,2% en el mes, principalmente por las líneas comerciales y los préstamos con garantía real”, señaló el BCRA. Este aumento representa un crecimiento del 78% interanual en términos reales, es decir, excluyendo el efecto de la inflación.

El saldo del financiamiento al sector privado en dólares subió un 3,8%, lo que corresponde a un 139% interanual. El Banco Central destacó que en el mes aumentaron los depósitos del sector privado en moneda extranjera y el fondeo mediante la emisión de obligaciones negociables, lo que favoreció la expansión de los préstamos en esa moneda.

“La actividad de intermediación financiera con el sector privado continuó creciendo en junio. Considerando los principales movimientos del balance de las entidades financieras para el segmento en pesos, el aumento del saldo de los depósitos (tanto del sector privado como del público) y la caída de las LEFIs fueron las principales fuentes de fondos en el mes”, concluyó el informe del BCRA. Estos recursos, explicó la autoridad monetaria, contribuyeron a incrementar el saldo real de crédito al sector privado.

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