La incertidumbre sobre el futuro del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ha llevado a diversos actores del sector agropecuario, así como a entidades y gobernadores de las provincias productivas, a manifestarse en contra de las iniciativas del Poder Ejecutivo respecto a este organismo. Fertilizar Asociación Civil fue uno de los últimos en expresar su firme apoyo, reconociendo al INTA como una institución crucial para el desarrollo del conocimiento y la innovación en el ámbito agropecuario del país.
En su comunicado, señalaron que la historia de Fertilizar está intrínsecamente ligada al INTA. “Hace más de 30 años, Fertilizar nació dentro del Instituto, impulsado por la convicción de promover el uso responsable y eficiente de la fertilización en los sistemas productivos, contribuyendo así a la sustentabilidad y competitividad del agro argentino”, explicaron en un comunicado firmado por el presidente, Roberto Rotondaro, y la directora ejecutiva, María Fernanda González Sanjuan.
Añadieron que en 1994, líderes como el Dr. Néstor Darwich, entonces coordinador Nacional del Plan de Suelos del INTA, y el agrónomo Ricardo Melgar, coordinador del Programa de Manejo de Suelos de INTA Pergamino, identificaron la urgente necesidad de investigar y desarrollar la incipiente tecnología de fertilización en nuestro país, clave para mejorar la producción y preservar la calidad de los suelos agrícolas.
“Desde entonces, hemos consolidado esta alianza y, hoy, como organización civil del sector privado, continuamos trabajando estrechamente con el INTA en la investigación, transferencia de tecnología y formación de profesionales y productores”, afirmaron.
Días atrás, los trabajadores de INTA Castelar también expresaron su respaldo al organismo. Afirmaron que Fertilizar es un claro ejemplo de que la interacción público-privada no solo es posible, sino efectiva y de gran impacto, fortaleciendo el desarrollo del agro argentino con una mirada integradora y sostenible. “El debilitamiento del INTA pone en riesgo el apoyo técnico y territorial que puede ofrecer a los productores y empresas del sistema agroalimentario argentino. Es fundamental comprender que la inversión en investigación soberana de conocimiento es esencial para el crecimiento productivo, económico y social del país”, precisaron.
Agregaron que consideran que el INTA necesita reorganizarse para enfrentar los desafíos presentes y futuros. “Su evolución debe centrarse en fortalecer la investigación, la innovación y la generación de conocimiento aplicado, con recursos estratégicamente dirigidos a este objetivo. No obstante, no cualquier camino de transformación llevará al INTA que confiamos que Argentina necesita”, manifestaron.
Y continuaron: “Expresamos nuestra preocupación por posibles propuestas que podrían desestabilizar la actual gobernanza institucional. Este modelo, basado en consejos integrados por entidades públicas y privadas, ha sido históricamente una garantía de pluralidad, transparencia y continuidad, asegurando una gestión participativa y alejada de intereses coyunturales, lo que permite construir una visión a mediano y largo plazo del sistema productivo y agroalimentario del país. Promovemos organizaciones eficientes, ágiles y renovadas para enfrentar los nuevos desafíos. Queremos ser parte de este cambio”, afirmaron.
Reiteraron su firme creencia en la importancia de esta colaboración para seguir impulsando el desarrollo de tecnologías que mejoren la productividad y sostenibilidad de nuestros suelos. “Reiteramos nuestro apoyo incondicional al INTA y celebramos su rol fundamental en el futuro del agro argentino. Defender al INTA es defender el conocimiento, la producción y el desarrollo sostenible en los territorios. Aspiramos a un INTA verdaderamente federal, autárquico y transparente, con una gestión eficiente, renovada y plural, que garantice la sustentabilidad y accesibilidad de sus aportes al sector agroalimentario. Su capacidad técnica, construida a lo largo de décadas, debe seguir siendo el estandarte de excelencia que ha definido su trayectoria y el motor que impulse el progreso productivo del país”, afirmaron.
Por otro lado, el agrónomo Alejandro Costantini, profesor asociado en la Cátedra de Edafología de la Facultad de Agronomía (Fauba), advirtió sobre la delicada situación del INTA ante el desfinanciamiento y la incertidumbre institucional. Según alertó, el INTA —una de las instituciones científicas más relevantes de América Latina— está atravesando un momento crítico. “Vivimos una situación compleja. A un desfinanciamiento y falta de inversión que lleva muchos años se agrega ahora una gran incertidumbre institucional debido a las reformas que el gobierno nacional pretende implementar, sobre las cuales no tenemos información concreta”, aseguró.
Costantini dirige el Instituto de Suelos, perteneciente al Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA. Describió un panorama preocupante: “Los salarios han quedado muy rezagados, estamos perdiendo recursos humanos valiosos y corremos el riesgo de seguir perdiéndolos. La formación de personal técnico y profesional lleva años. También enfrentamos serios problemas edilicios, equipos obsoletos y un parque automotor al límite de su capacidad de utilización debido al estado de las unidades”.
Recientemente, la Cámara de Diputados de la provincia de San Juan aprobó por mayoría una declaración de apoyo al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Costantini explicó que una de las preocupaciones más importantes gira en torno a posibles cambios en el mecanismo de gobernanza del INTA. “Se ha mencionado la posibilidad de modificar la composición del Consejo Directivo, lo que podría llevar a que las decisiones institucionales queden subordinadas al gobierno de turno”, precisó. Actualmente, el Consejo está integrado por representantes del Estado nacional, la Mesa de Enlace, asociaciones de productores y las facultades públicas de Agronomía y Veterinaria.
Alterar esa estructura, según Costantini, pondría en peligro la planificación a largo plazo. “El INTA necesita reorganizarse, y de hecho hemos trabajado en una propuesta en ese sentido que fue aprobada por el Consejo Directivo, pero luego inexplicablemente fue revertida”, observó.
Sin duda, el INTA cumple un papel fundamental en el desarrollo agropecuario y agroindustrial del país. “Desde productos innovadores como la avena libre de gluten hasta avances silenciosos como la secuenciación de genomas de plagas o la producción de vacunas para la ganadería. Detrás de cada plato de comida en la mesa de los argentinos hay, en algún punto, tecnología del INTA”, destacó.
En ese contexto, la Asociación de Criadores de Bovino Criollo Argentino manifestó en un comunicado su deseo de que el INTA tenga una vigorosa continuidad, adaptándose a las nuevas situaciones y desafíos. “Es indispensable repensarse y rediseñarse para seguir brindando el paquete tecnológico que el sector agropecuario necesita. Es necesario hacer los ajustes correspondientes para optimizar los recursos, tanto humanos como técnicos y también inmobiliarios, buscando las mejores opciones y evitando duplicar funciones en las distintas experimentales y agencias”, señalaron.
Piden que “el loable afán de ordenar el Estado por parte del gobierno nacional no conduzca a desmantelar o reformar drásticamente los diferentes organismos que son de gran utilidad para el funcionamiento de nuestra sociedad”.
Por último, añadieron: “Es el deseo de nuestra Asociación seguir trabajando en conjunto con INTA, entidad que en sus inicios formó el primer plantel moderno de Bovino Criollo y dio inicio a una nueva era en nuestra raza”, concluyeron.
