Jueves, 5 de junio de 2025   |   Campo

Argentina mira al horizonte: un mercado del 1,5% que cautiva a empresarios en busca de oportunidades

Argentina mira al horizonte: un mercado del 1,5% que cautiva a empresarios en busca de oportunidades

CÓRDOBA.- La siembra y exportación de alfalfa, que ha registrado un notable crecimiento en los últimos años, mantiene un gran potencial. En este contexto, Córdoba se destaca por sus “muy buenas condiciones naturales” para el desarrollo de este cultivo. Desde el clúster de alfalfa de la provincia afirman que “el mercado mundial de heno parece no tener techo, al menos en el corto plazo”.

Su coordinador, Gastón Urrets Zavalía, también referente de INTA Manfredi en forrajes conservados a base de alfalfa, señala que esta proyección es resultado del proceso “sin retorno” de intensificación ganadera, que demanda cada vez más silajes y henos que se integran en raciones totalmente mezcladas destinadas a los animales en comederos.

El clúster, una red de trabajo colaborativo público-privada que reúne a 105 socios, organizará una misión a Francia y Alemania el próximo noviembre para explorar oportunidades y conocer de cerca los métodos de trabajo en esos países. Participarán en el IV Congreso Mundial de Alfalfa en Reims y en la Agritechnica en Hannover.

Con 610.000 hectáreas de alfalfa, Córdoba concentra la mayor parte de las exportaciones del país. Argentina solo representa el 1,5% del mercado mundial de heno, aportando aproximadamente 147.000 toneladas anuales de las 9,8 millones comercializadas. El año pasado, las exportaciones locales alcanzaron los US$66 millones.

Estados Unidos lidera con un 58% del mercado, seguido por Australia (12%), España (10%), Canadá (5%), y Francia e Italia (2%). Los principales importadores son Japón (26%), China (23%), Corea (11%) y Emiratos Árabes Unidos (9%).

Córdoba, que posee 610.000 hectáreas de alfalfa, concentra la mayor parte de las exportaciones del país. Dispone de cuatro de las siete plantas de recompactado de heno y una de las dos deshidratadoras en el país. La expectativa es alcanzar una exportación anual entre 800.000 y un millón de toneladas, que equivaldría a unos US$250 millones. Este objetivo se lograría con 50 plantas de 20 toneladas por hectárea o 100 plantas de 10 toneladas por hectárea.

Según el clúster, el principal desafío para aprovechar las oportunidades que brinda el mercado mundial radica en dar un “salto hacia la industrialización, priorizando la adopción de tecnologías de deshidratado y recompactado, así como centros de acopio y soluciones logísticas”.

Gran parte de la superficie alfalfera del país, incluida la que se cultiva en Córdoba, se desarrolla en zonas subhúmedas o húmedas, donde la época de crecimiento del cultivo coincide con la alta frecuencia de lluvias.

Al secarse la alfalfa al sol, requiere una “ventana” de secado de 4 o 5 días en campo, lo que expone el material a posibles lluvias. En promedio, se pierden dos de cada seis cortes al año por esta causa, generando henos de muy baja calidad tanto para el mercado interno como externo.

Además, la humedad ambiental dificulta que el heno, confeccionado con un 14% a 20% de humedad, logre disminuir su nivel a menos de 14% sin ser industrializado, cifra que es necesaria para su carga en contenedores destinados a los principales mercados de alfalfas argentinas y del mundo.

En este contexto, destacan que España puede servir de ejemplo, ya que, al igualar la exportación de Argentina en 1995, logró convertirse en el segundo exportador mundial. La clave estuvo en la instalación de industrias de deshidratado. La mitad de su producción es deshidratada en plantas de secado con sistemas de tromel. La producción de alfalfa en España ocupa 217.000 hectáreas, de las cuales cerca de 110.000 se destinan a deshidratado en alrededor de 60 plantas industriales.

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