Martes, 24 de junio de 2025   |   Economía

Argentina mejora cuatro posiciones en el Ranking de Competitividad Mundial 2025, pero permanece entre los últimos lugares.

El país subió cuatro lugares en la clasificación elaborada por el IMD de Lausana con mejoras puntuales en eficiencia empresarial. Aun así, sigue entre los últimos del listado global
Argentina mejora cuatro posiciones en el Ranking de Competitividad Mundial 2025, pero permanece entre los últimos lugares.

El Anuario de Competitividad Mundial, elaborado por el International Institute for Management Development (IMD), volvió a evaluar el rendimiento de las principales economías a nivel global en un contexto marcado por la volatilidad cambiaria, presiones inflacionarias y una persistente tensión geopolítica.

El estudio examina la capacidad de los países para crear condiciones propicias para la inversión, el crecimiento y la innovación, valorando factores relacionados con la gestión del Estado, la dinamización del sector privado y la calidad de la infraestructura. En este marco, Argentina presentó una mejora respecto a la edición anterior, impulsada por indicadores empresariales y algunos progresos en el ámbito fiscal.

Específicamente, el país ascendió cuatro posiciones en el ranking global 2025 del IMD, alcanzando el puesto 62 de un total de 69 economías analizadas. Este aumento estuvo relacionado principalmente con un mejor rendimiento en el pilar de eficiencia empresarial, mientras que los indicadores relacionados con la gestión estatal y la infraestructura siguen enfrentando desafíos significativos.

El análisis se sustentó en datos estadísticos proporcionados por organismos tanto públicos como privados, así como en una encuesta realizada a más de 6.000 ejecutivos de los países evaluados. En Argentina, la recolección y procesamiento de información fue responsabilidad del Instituto E. Shaw de Estudios Empresariales de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Argentina (UCA).

En esta edición, el ranking reflejó un entorno de alta volatilidad cambiaria y fragmentación, donde las economías más exitosas fueron aquellas que lograron combinar instituciones sólidas con capacidad de adaptación en medio de conflictos geopolíticos y un crecimiento global moderado.

El top 5 del ranking estuvo conformado por Suiza, Singapur, Hong Kong SAR, Dinamarca y Emiratos Árabes Unidos, mientras que Venezuela ocupó la última posición. En América Latina, Chile lideró la región en el puesto 42, mientras que Argentina mejoró su posición en comparación con 2024.

Desempeño Económico

En el pilar de desempeño económico, Argentina descendió dos posiciones, ubicándose en el puesto 64. Este retroceso se explicó parcialmente por una disminución en los sub-factores de Precios (68), relacionado con altos costos internos, y Economía Doméstica (64). Sin embargo, el país mostró avances significativos en Inversión Internacional (40), Empleo (21) y Comercio Internacional (54), con ascensos de 14, 13 y 10 puestos, respectivamente.

Los indicadores individuales destacaron como fortalezas el crecimiento a largo plazo del empleo (9), la baja probabilidad de relocalización de empresas (11) y los flujos de inversión directa entrante (15). Por el contrario, las debilidades estructurales se manifestaron en la inflación de precios al consumidor (69), la relación comercio/PIB (67) y la formación bruta de capital fijo – crecimiento real (66).

Eficiencia Gubernamental

En el apartado de eficiencia gubernamental, Argentina se mantuvo en el puesto 67, reflejando serias limitaciones estructurales. Dentro de los sub-factores, Legislación Empresarial (68) y Marco Institucional (67) retrocedieron, mientras que Marco Societario (53) y Finanzas Públicas (43) mostraron mejoras, destacándose esta última con un aumento de 22 posiciones, siendo uno de los avances más significativos.

Entre los indicadores más notables, se encontraron las Leyes de Inmigración (3), el sesgo político de los medios (8) y el superávit/déficit del presupuesto público (11). Sin embargo, las principales debilidades continuaron siendo los subsidios (68), la situación de los mercados de capital (68), las regulaciones laborales (68) y la carga impositiva personal real (68).

Eficiencia Empresarial

El pilar de eficiencia empresarial fue el que más contribuyó al ascenso general de Argentina en el ranking, con un avance de ocho posiciones hasta el puesto 58. Este desempeño se explicó por mejoras en todos los sub-factores: Mercado Laboral (46) y Prácticas de Administración (50) subieron ocho posiciones cada uno, Productividad y Eficiencia (54) aumentó seis, y Finanzas (65) ascendió una.

Los datos mostraron que Argentina ocupó el primer lugar mundial en el indicador “miedo al fracaso como obstáculo al emprendimiento”, y el segundo en acceso a servicios financieros según género. Además, destacó en remuneración de la gerencia (4) y actividad empresarial naciente (6). Entre las debilidades, sobresalieron los bajos puntajes en crédito (68), servicios bancarios y financieros (68), capitalización del mercado de valores (67) y capital riesgo (67).

Infraestructura: progreso moderado

En el área de infraestructura, Argentina ascendió dos posiciones en el ranking. A nivel de sub-factores, mejoró en Salud y Medioambiente (48), Infraestructura Tecnológica (59) e Infraestructura Básica (56). Solo Infraestructura Científica (58) retrocedió, mientras que Educación (47) no presentó variaciones.

Entre las fortalezas, el país se posicionó en primer lugar en costos de telefonía móvil y mostró buenos desempeños en exportaciones de servicios TIC (15), gasto total en salud (18), asistencia médica (19), matrícula en secundaria (20) y acuerdos ambientales (23).

Las principales debilidades se reflejaron en indicadores como tecnología de comunicación (67), inversión en telecomunicaciones (65), legislación sobre investigación científica (65), financiamiento para el desarrollo tecnológico (65) y desarrollo sostenible (65).

América Latina en el ranking

En el contexto regional, todos los países latinoamericanos se posicionaron en la mitad inferior del ranking. Chile (42) se mantuvo como el mejor posicionado, mientras que Venezuela (69) cerró el listado global. El informe incluyó, por primera vez, a Omán, Namibia y Kenia, aumentando a 69 el número de países evaluados. En esta edición, Israel no fue incluido.

Los cambios en la conformación del top 10 reflejaron una dinámica global con movimientos significativos: Hong Kong SAR subió del quinto al tercer lugar, Emiratos Árabes Unidos avanzó dos posiciones hasta el quinto lugar, y Taiwán (6), Irlanda (7), Suecia (8), Qatar (9) y Países Bajos (10) completaron la lista. Singapur descendió al segundo puesto debido a una leve caída en eficiencia empresarial e infraestructura.

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