
En la segunda jornada del XXXIII Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), que tiene lugar en La Rural, Marcelo Torres, presidente de la entidad, presentó un contundente balance sobre el encuentro y la situación actual del sector agropecuario, con un enfoque particular en la relación con el Gobierno.
“Hemos transitado de un Estado muy grande y deficitario, que emitía moneda, lo que nos llevaba a un abismo, con una inflación descontrolada, una brecha en el tipo de cambio y una burocracia abrumadora, a una política actual que busca un Estado más pequeño, más eficiente y con menos trámites”, aseguró Torres ante los medios.
El dirigente reconoció que el cambio en las reglas de juego conlleva desafíos, pero también oportunidades. “El productor se había acostumbrado a obtener resultados extraproductivos. Tomaba un crédito al 40% y parecía caro, pero con una inflación del 80%, era relativamente barato. O bien esperábamos ediciones especiales del dólar agro o del dólar soja, vendía y obtenía un ingreso extraordinario”, ejemplificó.
Marcelo Torres, presidente de Aapresid, destacó la relación con la gestión de Milei y solicitó una colaboración público-privada para fomentar inversiones.
“Ahora nos dirigimos hacia una economía normal, debemos ser eficientes, pero este camino hacia una nueva Argentina es doloroso y requerirá esfuerzo”, advirtió, aunque reconoció que hay señales alentadoras. “Parece haber consenso sobre la dirección a seguir, pero debemos ser capaces de adaptarnos rápidamente a este nuevo escenario”, manifestó.
Entre los aspectos más valorados, Torres resaltó el reciente anuncio del gobierno de Javier Milei sobre la disminución permanente de las retenciones al maíz y la soja. “Aunque la presión fiscal sigue siendo elevada, la reducción de las retenciones es valorada como un gesto positivo. Por supuesto, en un contexto de márgenes de rentabilidad tan ajustados, esto aporta en términos concretos, pero sobre todo ofrece una perspectiva favorable hacia el futuro”, dijo.
En este sentido, enfatizó un cambio en la relación institucional: “Este Gobierno, a diferencia de los anteriores, no ataca al sector productivo. Milei ha afirmado que somos los héroes de Argentina, que hay que invertir en nosotros, que las retenciones son inapropiadas y que se eliminarán cuando sea posible. Lo que el productor deseaba era un gesto tangible. Creo que aquí se ha anunciado un gesto concreto y eso es significativo”.
Sin embargo, Torres fue claro al señalar que no es suficiente con un cambio macroeconómico. “Es positivo pasar de un Estado intervencionista a uno que valore la libertad individual, el talento y el desarrollo personal. Pero hay aspectos de articulación público-privada inteligente que necesitamos aprender”, advirtió.
“Por ejemplo, desarrollar una zona de riego requiere asegurar el suministro de energía eléctrica a los pivotes, contar con buenos caminos y rutas, realizar un mapeo de acuíferos y establecer condiciones que permitan el acceso al crédito. Hay mucho trabajo por hacer. No se resolverán todos los problemas solo ajustando la macroeconomía”, complementó.
El dirigente aseguró que existe voluntad para colaborar. “Este Gobierno está dispuesto a dialogar. Mantenemos una buena comunicación con los niveles técnicos de la Secretaría de Agricultura y debemos plantear cuestiones como qué queremos hacer por Argentina y cómo podemos avanzar”, propuso.
Y añadió ejemplos concretos de oportunidades: “Diez millones de toneladas adicionales podrían provenir de triplicar la superficie irrigada, y entre 40 y 50 millones si se incrementara la fertilización. Pero todo esto requiere previsibilidad, una macroeconomía estable y una colaboración público-privada inteligente para implementar medidas que impacten a nivel micro en las empresas”, sostuvo.
En este contexto, planteó herramientas como “amortización acelerada en maquinaria y equipos de riego” o “imputación diferencial en inversiones en fertilización”, aclarando: “Estos son temas a discutir y estamos abiertos a conversarlos”.
Por otro lado, Torres manifestó su preocupación por el resurgimiento de la labranza, a pesar de los años de promoción de la siembra directa. “El productor se está enfrentando a una agricultura defensiva. Tanto cambio en las reglas del juego, tanta presión fiscal y la realidad es que está utilizando dosis de fertilizantes que no son suficientes para restaurar los suelos”, lamentó.
“Para Aapresid, la labranza no ofrece ningún beneficio, pero el productor, en esta lucha de corto plazo, se adapta como puede y se aferra a lo que le resulta familiar. Aun así, tenemos niveles altísimos de adopción, alcanzando el 90%, y hoy estamos en un 80%, lo cual sigue siendo muy alto. Sin embargo, es cierto que la labranza está ganando terreno por esta visión de corto plazo”, advirtió.
En cuanto al balance del Congreso, que se realiza con la organización de Expoagro, la directora del evento, Paola Díaz, destacó la destacada participación. “Más de 110 empresas comerciales están presentes en el Congreso y ayer recibimos a unas 4500 personas. Contamos con un gran equipo detrás, y nuestros socios ya están pensando en el próximo Congreso una vez finalizado este. Más de 400 disertantes de Argentina y del mundo participaron”, expresó.
Díaz también celebró la pronta convocatoria del público: “Estamos muy contentos y sorprendidos porque la respuesta del público fue excelente, pero nos impresionó la puntualidad con la que llegaron. Desde muy temprano las salas estaban llenas. Uno podría pensar que las mañanas son más tranquilas, pero no fue así. También incluimos una Ronda de Negocios en esta oportunidad y hubo gran afluencia”, comentó.