
El escándalo vergonzante desatado en el Gobierno nacional, relacionado con el cobro de supuestas coimas que implican, entre otros, a Karina Milei, ha conmocionado profundamente a todas las estructuras nacionales de La Libertad Avanza. Este impacto es especialmente relevante a pocos días de la elección en la provincia de Buenos Aires, convocada para el 7 de septiembre.
Los analistas políticos y los estrategas de la campaña libertaria sospechan que una derrota del oficialismo nacional en esos comicios podría generar un efecto dominó en el resto de los distritos, donde se elegirán el 26 de octubre diputados nacionales y senadores en ocho provincias.
En Córdoba, los peronistas están optimistas, avanzan sobre el radicalismo (el lunes 25 de agosto, Juan Schiaretti reunió a 130 jefes municipales opositores, más de 80 radicales) y tratan de contener el efecto “Natalia”, originado por De la Sota, quien se ha separado del PJ y presenta una lista propia. Además, buscan asestar un fuerte golpe a la tropa del presidente Javier Milei, que ha sido afectada por el escándalo de las supuestas coimas en medicamentos para discapacitados.
A pesar de no tener muchas novedades que ofrecer, La Libertad Avanza presentó su comando de campaña. Más allá de los anuncios formales, su principal estrategia consiste en apoyar a Natalia de la Sota con la esperanza de que le reste votos a Schiaretti. Están convencidos de que, de este modo, la actual diputada en busca de reelección podría desviar sufragios del peronismo y que el oficialismo nacional tiene posibilidades de ganar en Córdoba.
Que pase la tempestad
“Vamos a esperar un poco, ahora está pasando el tsunami”, opinó un operador de LLA, quien indicó que esa fuerza ya ha comprometido a 10 mil fiscales en toda la provincia para garantizar un control eficaz.
Desde el juecismo consideran que “quizás no sea necesaria la presencia de tantos fiscales porque al utilizar boleta única, el control es mucho más sencillo. Observemos cómo hay partidos como el de García Elorrio que no tienen fiscales en todos lados, pero nunca se menciona la desaparición de sus votos”. El dirigente recordaba que el sistema de boleta única que se aplica en Córdoba desde hace varias elecciones favorece a los partidos pequeños, los cuales carecen de capacidad de organización, especialmente en el interior de la provincia.
Los libertarios buscan elevar el perfil de la hija del fallecido exgobernador José Manuel de la Sota, aunque desde su entorno argumentan que ese sector “no necesita de nadie para posicionarse en el centro de la política”. Repletos de optimismo, afirman que están cerca de alcanzar dos diputados y aseguran que una banca está “totalmente asegurada”.
Algunos observadores independientes advierten que “con el peronismo no se juega” y recuerdan la elección a intendente de Córdoba, cuando Rodrigo de Loredo parecía a un paso de asumir, pero el día de la elección se produjo un “urnazo” y Daniel Passerini del PJ le ganó por KO.
Por lo pronto, Schiaretti planea un uso intensivo de las redes sociales, comenzó a dar entrevistas en medios nacionales y, además, visitará varias provincias en su rol de líder nacional de Provincias Unidas. También organiza la visita a Córdoba de los gobernadores Maximiliano Pullaro (UCR-Santa Fe) e Ignacio “Nacho” Torres (PO-Chubut), quienes gozan de buena imagen en la provincia y mantienen una excelente relación con el candidato justicialista.
El exgobernador centrará su discurso en la defensa del sistema federal y el modelo productivo, atacando fuertemente al presidente Milei, en un momento crítico de su gestión. “Los errores y la inexperiencia de la mayoría de su equipo están pasando factura a Javier”, sostiene un miembro del equipo de campaña de Provincias Unidas. Queda por ver qué sucederá con el resto de los candidatos, especialmente con Ramón Mestre, quien se enfrenta con la tradicional boleta 3 del radicalismo.
Todo está por verse.