
La investigación por las supuestas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que involucra a Karina Milei, Martín Menem y su primo “Lule”, sumó un nuevo capítulo el martes 26 de agosto con allanamientos en dos barrios del complejo Nordelta para buscar información sobre los propietarios de la droguería Suizo Argentina, los hermanos Emmanuel y Jonathan Kovalivker.
El juez federal Sebastián Casanello, encargado de la causa, ordenó a los investigadores secuestrar los registros de entrada y salida de los empresarios acusados de pagar retornos y revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad del lugar, con el fin de establecer con claridad todos sus movimientos.
La operación, realizada por la Policía de la Ciudad, tuvo lugar en los barrios El Golf y La Isla, donde residen los Kovalivker. Esta medida se llevó a cabo un día después de queAriel De Vicentis, jefe de Seguridad del country Nordelta, brindara su declaración indagatoria ante la Justicia, habiendo sido acusado de alertar a los hermanos sobre su búsqueda por parte de la Policía.
“El juzgado se llevó las grabaciones de todas las cámaras y el legajo de personal de De Vicentis”, informaron a La Nación fuentes del caso.
La declaración de Ariel De Vicentis y el encuentro de los hermanos Kovalivker con la Justicia
De Vicentis declaró ante el juez Casanello y rechazó la denuncia en su contra. La Justicia le confiscó dos teléfonos celulares, que actualmente están en manos de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip) del Ministerio Público Fiscal.
De Vicentis lleva más de 11 años trabajando en la seguridad de Nordelta. Estaba de vacaciones el viernes pasado, cuando la Policía de la Ciudad se presentó en la garita externa del country en busca de los hermanos Kovalivker. Los investigadores sospechan que el jefe de seguridad utilizó sus influencias para proporcionarles protección a los empresarios farmacéuticos. En su declaración, De Vicentis admitió haber intervenido en el caso, pero solo por “celo profesional”.
El pedido de indagatoria contra De Vicentis lo realizó Franco Picardi, fiscal del caso. Cuando la policía finalmente llegó a la casa de Jonathan Kovalivker, el empresario ya había escapado: su caja fuerte estaba abierta, vacía, y en el piso había bandas elásticas. Se presentó voluntariamente ante la Justicia este lunes, entregó su teléfono celular (sin contraseña) y quedó en libertad.
A Emmanuel Kovalivker lo encontró la Policía cuando intentaba escapar de Nordelta. Tenía 266.000 dólares distribuidos en varios sobres con anotaciones. Los agentes también le incautaron su pasaporte, su celular y 7 millones de pesos.
La empresa familiar está bajo la sospecha de haber pagado coimas a la Agencia de Discapacidad. Además, Casanello ordenó el bloqueo de las cajas de seguridad de los exfuncionarios Diego Spagnuolo (el hombre de los audios que desencadenaron la investigación) y Daniel Garbellini.
HM/ML