
La cúpula de Pro, el partido que conduce Mauricio Macri, principal aliado de la Casa Rosada, guarda silencio frente al escándalo que desató la investigación judicial sobre los supuestos pagos de sobornos en la Agencia de Discapacidad (Andis). Incómodos e inquietos por la ausencia de explicaciones oficiales y disconformes por la estrategia comunicacional que implementaron los Milei para defenderse y aplacar la crisis que provocó el caso de los audios, los máximos exponentes del partido fundado por Macri o los dirigentes amarillos que ocupan lugares entrables en las listas de La Libertad Avanza (LLA) optaron por no hacer comentarios ni opinar sobre los avances de la causa que mantiene en vilo a la administración nacional.
Con Mauricio Macri en el exterior −viajó a Dinamarca para participar de una nueva edición del Mundial de Bridge−, los jerarcas de Pro que apostaron a converger con Milei en las elecciones de medio término prefirieron hasta el momento tomar distancia y no opinar sobre las sospechas de coimas contenidas en los audios atribuidos a Diego Spagnuolo, extitular de la Andis, quien fue echado del Gobierno.
En las grabaciones, obtenidas de manera clandestina y editadas, Spagnuolo, un hombre que supo integrar el círculo de confianza del jefe del Estado, se mencionan a Eduardo “Lule” Menem, mano derecha de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, como responsable de organizar un supuesto sistema de retornos en la compra de medicamentos. Sus dichos complicaron además a los poderosos empresarios Kovalivker, de la droguería Suizo Argentina.
En Pro y allegados a Milei rechazaron la versión de que Macri fue quien acercó a los Kovalivker al mundillo de LLA cuando el exmandatario colaboró con el armado del operativo de fiscalización para el balotaje en 2023.
“No le vamos a jugar mal a Milei. Y eso que muchos somos damnificados por ‘Lule’”, aseguró uno de las autoridades del partido de Macri. Quienes suelen aconsejar al expresidente admiten que el affaire Spagnuolo podría dañar la credibilidad del Presidente, pero repiten que no deben salir a presionar o “tirar piedras” en un “momento de debilidad”. Están atentos a las reacciones de los mercados −volvió a subir el riesgo país− y al eventual impacto en el proceso electorales.
Ante el riesgo de nuevas revelaciones en el caso judicial por supuesta corrupción que sacude a los hermanos Milei y al clan Menem, los encargados del armado partidario y territorial de LLA en todo el país, los popes de la fuerza de Macri piden perfil bajo a su tropa. “Fue un gran error que el Gobierno atacara a su principal aliado durante el último tiempo, pero sabemos quién está enfrente [por el kirchnerismo]”, desliza uno de los macristas de pura cepa.
Hasta ahora hubo pocos representantes de Pro que se atrevieron a referirse explícitamente al escándalo de los audios.

Los primeros en manifestarse fueron Mariano Federici, extitular de la Unidad de Información Financiera (UIF), y la abogada y consejera de la Magistratura Jimena de la Torre. Ambos suelen ser críticos del gobierno de Milei en el plano institucional. De hecho, De la Torre, quien solía ser ponderada por Macri y fue vetada de las listas porteñas por Karina Milei –quienes la conocen afirman que está aliviada con la decisión de la hermana del Presidente−, aseguró que la Justicia debía investigar “a fondo las denuncias en la Agencia de Discapacidad y llegar hasta las últimas consecuencias”. A su vez, afirmó que el gobierno nacional tenía “la obligación de colaborar y garantizar transparencia”.
Tiempo atrás, De la Torre había participado de encuentros públicos de abogados con Daniel María Garbellini, ahora exdirector Nacional de Acceso a Servicios de Salud. En las grabaciones clandestinas, Spagnuolo alude a Garbellini como el encargado de diseñar el esquema de supuestas coimas, como delegado de Menem. No obstante, la exfuncionaria de la AFIP afirmó a LA NACION que no tiene ningún vínculo con Garbellini, un hombre con pasado en las gestiones del macrismo en la Ciudad, y que no recordaba esas reuniones.
En el Congreso, los legisladores de Pro se ausentaron del plenario de comisiones de Salud y Discapacidad, donde la oposición intentó presionar al Gobierno. Ni Sofía Brambilla ni Silvia Lospennato ni Martín Maquieyra ni María Sotolano −postulante de LLA en la tercera sección− quisieron plegarse a la ofensiva del kirchnerismo. La bullrichista Patricia Vázquez y Sergio Capozzi deambularon por los pasillos, pero no se sentaron para no convalidar el ataque a la Casa Rosada.
María Eugenia Vidal, quien rechazó el pacto electoral con Pro, prefirió no hacer comentarios ante la consulta de este medio. Alrededor del jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, también se excusaron: “Estamos enfocados en la gestión de la Ciudad”, dijeron en la sede de Uspallata. Tampoco hicieron alusiones directas al tema el gobernador Rogelio Frigerio (Entre Ríos), aliado electoral de LLA, o Ignacio Torres (Chubut), referente de Provincias Unidas. El viernes, Torres recibió a la vicepresidenta Victoria Villarruel y habló de corrupción, pero en el marco de su controversia con el kirchnerismo local.
En cambio, Lospennato, una de las marginadas por los Milei tras la discusión por la caída de ficha limpia en plena campaña porteña, optó por romper el silencio. “En el caso Spagnuolo la Justicia está actuando con la celeridad necesaria en denuncias de corrupción. Ese es el estándar que me gustaría ver en todas las causas”, manifestó Lospennato a LA NACION.
En el ala acuerdista de Pro prima la cautela. La mayoría acató la orden de la Casa Rosada de suspender las entrevistas programadas en medios televisivos o radiales y evitar comentarios. Diego Santilli hizo una mención durante el acto de Milei en Junín, donde el Presidente presentó a los postulantes a diputado nacional del oficialismo en Buenos Aires. La calificó como una “operación” y dijo que no le sorprendía que las grabaciones clandestinas se hayan dado a conocer a dos semanas de los comicios bonaerenses del 7 de septiembre.

Santilli ocupa el tercer casillero en la boleta que encabeza José Luis Espert, quien conocía a Spagnuolo antes de que Milei lo incorporara a sus equipos. En la previa del mitin libertario en Junín, Sebastián Pareja, jefe de campaña del oficialismo, se vio a solas con la mayoría de los aspirantes de LLA en un hotel de esa localidad. Transmitió un mensaje de tranquilidad. Por esas horas los Milei habían dispuesto que los primos Menem salieran a desmentir sospechas de sobornos contenidas en los audios del extitular de la Andis. Junto a Santilli estuvieron Cristian Ritondo, jefe de Pro en Buenos Aires, y los candidatos Alejandro Finocchiaro, Florencia de Sensi y Javier Sánchez Wrba. Todos ellos, al igual que Fernando de Andreis, ladero fiel de Macri y postulante de LLA en la Capital, optaron por no hacer declaraciones sobre el caso Spagnuolo.
Santilli, por caso, se mostró predispuesto a poner el cuerpo y respaldar a Milei en plena crisis. No obstante, los estrategas de LLA pidieron a sus candidatos que eviten el contacto con los medios. Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredón y primer candidato a senador por la quinta sección, se abocó a recorrer el interior de la provincia, pero tiene previstas apariciones en TV para los próximos días.
En Pro siembran sospechas sobre el origen de los audios clandestinos a Spagnuolo y son críticos de la reacción de la Casa Rosada. Incluso entre los acuerdistas deslizan que hubo “amateurismo” en la plana mayor de LLA. Y están pendientes de los próximos pasos que dará el Presidente. Ya especulan respecto de si se atreverá o no a correr a Lule Menem de la gestión. “El Turco no te entregaba a un funcionario bajo fuego”, recuerda un macrista que se calzó el buzo violeta de Milei.