El primer ministro de Tailandia, Anutin Charnvirakul, anunció la petición formal para disolver el Parlamento y convocar a elecciones anticipadas, en medio de un recrudecimiento del conflicto fronterizo con Camboya que ha causado más de 20 muertes en los últimos días.
En la comunicación oficial, difundida en , el mandatario afirmó: “Estoy devolviendo el poder al pueblo”.
La disolución parlamentaria cuenta ya con el respaldo del rey Maha Vajiralongkorn, por lo que el calendario electoral nacional fija la celebración de los comicios en un plazo de 45 a 60 días.
Las tensiones entre Tailandia y Camboya dominaron la agenda nacional y condicionaron la vida institucional; de hecho, la situación de seguridad fue esgrimida como argumento central por los principales líderes partidarios antes de formalizar la solicitud de disolución.
El Ministerio de Defensa tailandés confirmó la muerte de nueve militares y tres civiles en su territorio, mientras que fuentes oficiales camboyanas reportaron al menos 10 civiles fallecidos y numerosos heridos, sin precisar el número de bajas militares.
La situación mantiene a la región en máxima tensión, marcada por la ausencia de un acuerdo definitivo entre ambos gobiernos sobre la soberanía de los territorios en disputa.
Ante la escalada, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, manifestó su disposición a mediar y anunció que contactará a los líderes de Tailandia y Camboya para buscar una solución.
Mientras tanto, miles de familias desplazadas buscan refugio y exigen condiciones para regresar a sus hogares y retomar sus actividades.
En la escena política local, el anuncio de la disolución del parlamento estuvo precedido por la iniciativa del Partido Popular, principal fuerza opositora, que evaluó promover una moción de censura contra el gobierno durante una sesión conjunta de la Legislatura.
El debate se centró en la reforma constitucional y en el umbral exigido para aprobar enmiendas a la carta magna: el Parlamento estableció la necesidad de obtener el voto favorable de al menos un tercio de los escaños, requisito rechazado por la oposición y que profundizó la crisis política.
La agencia Anadolu detalló que el proceso parlamentario estuvo marcado por el intento del Partido Bhumjaithai (liderado por Anutin) de preservar el poder de veto del Senado, una pieza clave en la arquitectura política tailandesa.
Anutin Charnvirakul asumió el cargo a principios de septiembre tras la destitución de Paetongtarn Shinawatra, apartada por una decisión del Tribunal Constitucional por “negligencia ética grave” luego de una polémica conversación telefónica con el ex primer ministro camboyano Hun Sen sobre la actuación del ejército tailandés.
Ese episodio precipitó una crisis en el Ejecutivo y obligó al Parlamento a elegir a Anutin, quien se comprometió a convocar elecciones anticipadas en un plazo máximo de cuatro meses, compromiso que ahora se concreta con la disolución.
(Con información de Europa Press)




