Viernes, 19 de diciembre de 2025   |   Campo

Alerta: caída de márgenes pone en riesgo al negocio de la carne porcina

Alerta: caída de márgenes pone en riesgo al negocio de la carne porcina

El sector porcino argentino cierra 2025 con un balance marcado por profundos desequilibrios internos: el aumento de costos y márgenes cada vez más estrechos. Así lo plantea un informe de JLU Consultora, dirigida por Juan Luis Uccelli, que estudia la evolución de las principales variables del negocio y diferencia con claridad a ganadores y perdedores en una cadena que da señales de agotamiento.

Según el trabajo, el costo de producción fue uno de los grandes perdedores del año: acumuló una suba del 51,9%, impulsada principalmente por el encarecimiento del maíz y, en mayor medida, de la soja durante el segundo semestre. Ese incremento superó ampliamente la variación del precio del cerdo en pie, lo que derivó en una fuerte caída del margen bruto y en problemas de rentabilidad en numerosos establecimientos productivos.

“El aumento del costo de producción, en comparación con el precio del cerdo en pie, ha generado una disminución significativa del margen bruto del negocio, llegando a condicionar la rentabilidad en varios casos”, advirtió el informe.

Porcentajes de aumento de distintas variables en el 2025. Gza. JLU Consultora

Otro de los ajustes relevantes del año fue el costo de faena, que mostró una recomposición después de arrastrar un retraso importante desde 2024. No obstante, esa corrección no alcanzó para compensar las distorsiones que se profundizaron en otros eslabones de la cadena, sobre todo en la comercialización mayorista.

El análisis indica que el valor de la media res evolucionó en línea con el del cerdo en pie, mientras que los cortes mayoristas registraron aumentos muy por debajo del resto de las variables. “Es en este segmento donde se concentra el principal impacto negativo para toda la cadena”, señaló Uccelli.

En ese sentido, el informe advierte que algunos cortes presentan precios inferiores a los del año pasado, como ocurre con la pulpa de paleta, una circunstancia que explica parte de los quebrantos y las cesaciones de pago que empezaron a aparecer en el sector. “El sector ha agotado su capacidad de soportar esta situación”, alertó el consultor.

Las importaciones de carne porcina fueron señaladas como uno de los factores que agravaron el escenario. Si bien los precios internacionales en dólares descendieron durante el año, la devaluación del peso hizo que el valor de las importaciones expresado en moneda local aumentara un 34,8%.

Ese ingreso de producto importado, según el informe, no logró el objetivo de contener los precios al consumidor, que subieron un 33,4%.

Ese ingreso de producto importado, según el informe, no logró el objetivo de contener los precios al consumidor, que subieron un 33,4%, pero sí impactó de lleno en la valorización de los cortes nacionales, afectando tanto a la media res como al precio del cerdo en pie.

“Las importaciones no cumplieron con el objetivo de reducir los precios al consumidor, pero sí agravaron la situación de quienes producen y generan empleo en el sector porcino argentino”, sostuvo Uccelli en las conclusiones del trabajo.

El informe también subraya que, aun sin considerar el efecto negativo sobre la cadena local, la presencia del producto importado terminó empujando al alza el precio final que afronta el consumidor minorista. En esa línea, una menor participación de carne importada podría haber mejorado los precios tanto para los productores como para los cortadores locales.

En síntesis, el relevamiento de JLU Consultora pone en evidencia una distorsión en la distribución de ingresos dentro de la cadena porcina: los costos crecieron por encima del IPC y los precios en los eslabones productivos no acompañaron ese incremento.

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