El ministro de Exteriores de Alemania, Johann Wadephul, calificó ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la situación en la Franja de Gaza como un “infierno en la Tierra” y una “pesadilla humanitaria”. Con esas palabras subrayó la gravedad con que Berlín observa la crisis en la zona.
La declaración se produjo en una sesión especial en Nueva York, donde Alemania reiteró su postura respecto a la prolongación del conflicto en Oriente Medio y el papel que busca desempeñar en su resolución. Wadephul representó a Alemania en lugar del canciller Friedrich Merz, cuya ausencia fue motivo de críticas en la arena política alemana.
El ministro enfatizó que la única solución viable es la creación de dos Estados, uno israelí y otro palestino, una fórmula con el respaldo histórico de Berlín y que, según él, resulta esencial para la paz y la dignidad de todas las comunidades de la región.
“Esta guerra debe terminar. Los rehenes deben ser liberados. La existencia y la seguridad de Israel serán siempre parte de nuestra razón de Estado”, agregó.
Durante su intervención, Wadephul pidió a Israel habilitar un acceso seguro a la ayuda humanitaria en Gaza y enfatizó la importancia de que los suministros esenciales alcancen a la población afectada.
Asimismo, recordó la responsabilidad internacional en la protección de los derechos fundamentales, según publicó la agencia Anadolu Ajansi.
“Repetimos nuestro llamado urgente a Israel para permitir un acceso humanitario seguro”, afirmó Wadephul. Además, confirmó que Alemania continuará enviando asistencia humanitaria a través de organismos multilaterales (ONU) para respaldar a los grupos más vulnerables.
El ministro detalló las carencias más graves que afrontan los habitantes de Gaza: la falta de alimentos, de agua potable, de educación y de servicios de salud.
Además, señaló que la justicia implica garantizar el acceso a recursos esenciales para una vida digna y describió la situación como “el peor desastre humanitario de nuestro tiempo”.
Wadephul advirtió que esas consecuencias afectan no sólo a Palestina, sino también a otras regiones como Sudán, donde más de 30 millones de personas necesitan asistencia y 12 millones han sido desplazadas.
Ayer, el presidente Donald Trump volvió a mostrarse optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo para la Franja de Gaza, según informó EFE.
Durante su encuentro con la prensa en la Casa Blanca, subrayó la gravedad de la situación humanitaria y remarcó la necesidad de resolver de forma definitiva la cuestión de los rehenes.
“Mucha gente está muriendo, pero queremos a los rehenes de vuelta. No los queremos de vuelta, uno esta semana, otro en dos meses, tres más tarde. Como ha estado ocurriendo”, afirmó el presidente. “Los queremos de vuelta de una sola vez”.
(Con información de EFE)
