
La imagen de contrapeso de la delicada situaciónepidemiológica en la región del AMBA frente a la “nueva normalidad” en la queingresó casi todo el país esta semana, volverá a instalarse en la agenda deequilibrio político-sanitario que Alberto Fernández se ve obligado a atenderpara mantener la buena sintonía con los gobernadores del PJ.
Más aún cuando almenos dos de ellos, el pampeano Sergio Ziliotto y el puntano Alberto RodríguezSaá, reivindicaron la necesidad de un “federalismo en serio”, justo en momentosen que la actividad económica en las provincias tiende a normalizarse másrápidamente que en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia.
El Presidente supo leer el mensaje en su visita del viernesa La Pampa, donde mostró su incomodidad con el financiamiento de una obrahidroeléctrica que se impulsa en Mendoza pero que rechazan, además de lospampeanos, Río Negro, Neuquén y Buenos Aires por diversas cuestiones, entreellas la de impacto ambiental.
Esa postura de respaldo a la guerra contra Portezuelo delViento es, precisamente, una de las señales inequívocas de la necesidad demantener en armonía el flanco interno, sobre todo cuando de él depende -en granmedida- la recuperación de la economía global del país y el respaldo en elCongreso para las leyes que de aquí en más impulse el oficialismo.
Las visitas de mañana a La Rioja primero y a Catamarcadespués van por ese mismo carril.
Los riojanos lo esperan para recorrer una parte central delcorredor industrial de la provincia donde habitan dos empresas que vuelven afuncionar tras haber cerrado sus puertas durante la gestión anterior. Se tratade ENOD e Hilados, dos compañías dedicadas a la actividad textil que, enconjunto, emplean a casi 500 riojanos.
Precisamente, el sector textil aparece como uno de losrubros más castigados por el parate del consumo que impuso la cuarentena por elcoronavirus. Alberto Fernández, enfocado en la pospandemia, bendecirá larecuperación de la actividad no sólo por el desconfinamiento sino por elcontraste con la crisis de 2019.
En La Rioja lo recibirá el gobernador Ricardo Quintela y unrecortado gabinete, bajo estrictos protocolos sanitarios y con accesorestringido. No vaya a ser que se repita la confusión del viernes durante lavisita del Presidente a Villa la Angostura.
Luego, tras un almuerzo oficial, Fernández se trasladaráhacia Catamarca, hasta ahora el único distrito del país con 0 casos decoronavirus. Un podio que conserva luego de que Formosa, la otra provincia queparecía indemne a la llegada de la enfermedad, registrara en las últimas horasel primer caso positivo, para colmo importado.
“Pasan los camioneros a La Rioja, vienen desde Ezeiza haciaSalta, y acá no llega ningún caso. Debe ser la Virgen del Valle que nos ayuda”,sugiere Raúl Jalil, el gobernador de Catamarca, cada vez que se le preguntacuál es la razón por la cual esa provincia bloqueó los contagios decoronavirus, más allá de haber sido pionera en la imposición general del uso delbarbijo cuando esa recomendación era descartada por el resto de sus colegas ypor el propio comité de científicos que asesora al Gobierno nacional.
La agenda catamarqueña lo llevará al Presidente a visitar,puntualmente, el Hospital Monovalente “Carlos Malbrán”, construido durante lapandemia para atender enfermedades respiratorias y, especialmente, potencialescasos de coronavirus.
El hospital lleva el nombre en honor al reconocido médicoCarlos Gregorio Malbrán, nacido en Andalgalá, quien fue pionero en lainvestigación bacteriológica en el país, y cuyo nombre también lleva laAdministración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) ubicadoen el barrio porteño de Barracas y pieza central de la investigación delCOVID-19.
En medio de la crisis que acecha todavía por la curvacreciente de casos en la zona de CABA y Conurbano bonaerense, nadie se atreve aarriesgar cuáles serán los próximos destinos que visitará el Presidente. Haypedidos puntuales para que viaje a Entre Ríos, justo para coincidir con elsorteo del primer jurado popular que inaugurará ese sistema en la provincia. Oa Ushuaia, antes de que arrecie el frío, otra zona del país que logró torcer lacurva de contagios y hoy muestra muy buenos resultados.