Jueves, 11 de diciembre de 2025   |   Internacionales

Al menos 22 muertos en choques fronterizos Tailandia-Camboya, mientras crece la expectativa por llamado de Trump

Un aumento de las hostilidades obligaron a cientos de miles de personas a abandonar sus hogares, en medio de la incertidumbre por la falta de un acuerdo definitivo entre ambos gobiernos
Al menos 22 muertos en choques fronterizos Tailandia-Camboya, mientras crece la expectativa por llamado de Trump

El conflicto fronterizo entre Tailandia y Camboya continuó este jueves por quinto día consecutivo y dejó al menos 22 muertos: nueve militares y tres civiles en el lado tailandés, y diez civiles según las autoridades camboyanas, que no confirmaron bajas militares.

“En total, hasta la fecha, nueve militares han muerto” y más de 120 han resultado heridos, informó en una rueda de prensa Surasant Kongsiri, portavoz del Ministerio de Defensa tailandés.

El funcionario precisó el balance de víctimas, mientras que el ministro de Información de Camboya, Neth Pheaktra, hizo públicos los datos sobre la población civil de su país. Medios locales presumen que también se registraron bajas militares camboyanas, aunque Nom Pen no ha emitido informes oficiales al respecto.

La situación se mantiene tensa mientras los gobiernos aguardan posibles gestiones de mediación del presidente estadounidense, Donald Trump, quien ofreció intervenir durante la última ola de violencia de julio.

El martes, Trump manifestó su intención de comunicarse con los líderes de ambos países —Anutin Charnvirakul de Tailandia y Hun Manet de Camboya— tras el recrudecimiento de los enfrentamientos, que suponen la mayor escalada en el histórico conflicto territorial desde la última crisis de meses atrás.

La disputa gira en torno a la soberanía de varias áreas en la frontera de cerca de 820 kilómetros, delimitada por Francia en 1907, cuando Camboya formaba parte de la Indochina francesa.

“Tendré que hacer una llamada telefónica”, anunció Trump el martes durante un acto político en Pensilvania, aludiendo a su rol como mediador.

La ola de violencia de julio dejó cerca de cincuenta muertos en cinco días y fue frenada por un alto el fuego negociado en Malasia, con Estados Unidos como principal mediador. Ese acuerdo fue reforzado en octubre con un pacto de paz promovido por Trump en una cumbre del Sudeste Asiático.

En la mañana de este jueves, al noreste de Tailandia, cientos de familias desplazadas amanecieron en el interior de un edificio universitario en la ciudad de Surin, adaptado como refugio temporal. Entre ellas estaba Rat, agricultora de 61 años que prefirió no dar su apellido y debió abandonar su hogar con su familia justo antes de comenzar la siembra anual de yuca.

“Solo quiero volver a casa y cultivar de nuevo”, expresó Rat a la AFP. “Cada vez que reinician los combates, se siente como si la vida vuelve a entrar en pausa”.

El actual brote de violencia, iniciado el jueves pasado, intensificó la escala de las operaciones, que ahora incluyen acciones aéreas, navales y terrestres, y provocaron el desplazamiento de más de medio millón de personas a ambos lados de la frontera: alrededor de 400.000 en Tailandia y más de 190.000 en Camboya.

La Unesco instó a que se garantice la “protección del patrimonio cultural de la región en todas sus formas” durante los combates entre Tailandia y Camboya. En la zona en disputa existen varios templos que han sido incorporados a la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.

El organismo recordó que en 2008 se produjeron enfrentamientos entre ambos países por el control de tierras próximas a un templo fronterizo con 900 años de antigüedad. Aquellos episodios y otros brotes de violencia entre 2008 y 2011 provocaron al menos una veintena de muertes y el desplazamiento de decenas de miles de personas.

(Con información de EFE)

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