Lunes, 15 de septiembre de 2025   |   Economía

Ajuste en subsidios y recorte de asistencia marcarán el Presupuesto 2026 y la estrategia fiscal del Gobierno

La estrategia prioriza el recorte y la focalización de la asistencia, con impacto directo en hogares y provincias, mientras se busca limitar el gasto público y cumplir las metas pactadas con el FMI
Ajuste en subsidios y recorte de asistencia marcarán el Presupuesto 2026 y la estrategia fiscal del Gobierno

El ajuste en el gasto de subsidios a las tarifas de luz y gas natural continuará siendo un pilar fundamental en la estrategia fiscal del Gobierno de Javier Milei para mantener el equilibrio fiscal, tras los fuertes incrementos en las tarifas que han enfrentado los usuarios en los últimos 21 meses. De cara a la presentación del Presupuesto 2026, el área energética del Ejecutivo prevé una orientación más precisa de la asistencia y una contención significativa de esta partida.

El documento que resume la última revisión del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) firmado en abril revela algunas reformas en el gasto para preservar el ancla fiscal.

“Las autoridades reducirán los subsidios a la energía y alinearán las tarifas de electricidad y gas con los costos de recuperación, al mismo tiempo que mejorarán la calidad de los servicios y la eficiencia del mercado eléctrico. Esto se complementará con esfuerzos para fortalecer la competencia en el mercado eléctrico mayorista, aliviando así las presiones en la cadena de pagos (a finales de noviembre de 2025) y evitando atrasos entre las distribuidoras eléctricas y la empresa pública mayorista de electricidad, Cammesa”, detalla el staff report del organismo.

Estas transformaciones acompañarán una reforma previsional que incluirá cambios en la legislación laboral para promover la formalización del empleo.

El acuerdo con el FMI especifica la evolución prevista de los subsidios energéticos: del 2,1% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2023, se reducirán al 1,5% en 2024, con una proyección de disminución al 0,8% del PBI para 2026 y al 0,4% para 2027.

Entre enero y julio de 2025, el gasto en subsidios a las tarifas de luz y gas se redujo en más de USD 2.100 millones respecto al mismo período de 2024. La comparación histórica pone de manifiesto la magnitud del ajuste: en ese intervalo de 2019, los subsidios alcanzaron USD 2.258 millones; en 2020, USD 3.123 millones; en 2021, USD 6.564 millones; en 2022, USD 7.914 millones debido al aumento de los precios internacionales por la guerra en Ucrania; en 2023 llegaron a USD 6.564 millones; y en 2024 descendieron a USD 4.031 millones.

Durante la primera mitad de 2024, el Gobierno de Milei aplicó un ajuste profundo sobre los subsidios a la luz y el gas, resultando en que cerca de dos millones de usuarios dejaron de recibir asistencia tras la depuración del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE). Este año, el recorte fue menor; el Ejecutivo eligió no trasladar los nuevos costos de energía a las facturas residenciales para evitar incrementos antes de las elecciones, incluso ante la devaluación.

Los subsidios energéticos fueron la partida que más reducciones sufrió para sostener el superávit fiscal de 2025. En los primeros siete meses del año, el gasto primario del Sector Público Nacional (base caja) creció un 3,6% en términos reales interanuales, con nueve rubros en aumento y siete en descenso, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

Entre las partidas que más crecieron, se destacaron las transferencias de capital a provincias (+127%), transferencias corrientes a provincias (+126,9%) y la asignación universal para la protección social (+33%). En contraste, los rubros con mayores disminuciones incluyeron subsidios a otras funciones (-67,7%), subsidios a la energía (-55%) y programas sociales (-29%).

Según el Iaraf, “las provincias encabezaron el ranking en porcentaje de aumento, mientras que la magnitud del ajuste en los primeros siete meses de 2024 fue muy significativa. El aumento en el gasto previsional (+21,7%) contrastó con la fuerte contracción en subsidios energéticos y programas sociales. La reducción en subsidios equivalió al 55% del aumento en jubilaciones y la disminución en programas sociales, al 41%.”

El instituto observó que, dentro de las partidas en alza, las jubilaciones y pensiones contributivas representaron el 61% del incremento; las transferencias corrientes a provincias y la asignación universal, el 10% cada una; y bienes y servicios, el 8%. Por el lado de las bajas, el gasto en subsidios a la energía absorbió el 48% del total, seguido de programas sociales (35%) y salarios públicos (10%).

El secretario coordinador de Minería y Energía, Daniel González, anticipó recientemente que el Ejecutivo está analizando modificar los esquemas de subsidios en tarifas energéticas residenciales, como parte de un plan para endurecer el ajuste de estas transferencias. La propuesta incluye eliminar o reducir la asistencia al gas en verano y a la electricidad en invierno, períodos en los que el consumo de cada servicio suele ser menor.

Esta decisión generó incertidumbre entre especialistas, especialmente sobre los hogares sin conexión a la red de gas natural, que dependen de la electricidad para calefacción en invierno, y en relación al alcance del recorte: si afectará a todos los usuarios residenciales o únicamente a aquellos de mayores ingresos.

El subsidio estatal permite a los hogares de ingresos bajos acceder a una tarifa reducida, que se integra en la factura junto a los cargos por distribución, transporte e impuestos. Actualmente, existen tres niveles: Nivel 1 (ingresos altos) que paga la tarifa completa; Nivel 2 (ingresos bajos); y Nivel 3 (ingresos medios). Estas categorías se determinan a partir de los ingresos declarados en relación a la Canasta Básica Total (CBT) publicada por el Indec. Para este invierno, el Gobierno decidió que todos los usuarios, incluidos los de ingresos altos, reciban subsidios.

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