Domingo, 2 de noviembre de 2025   |   Nacionales

Adorni por Francos: la interna del Gabinete enciende una disputa política en el Congreso

La estrategia parlamentaria de la Casa Rosada esta basada en tres componentes: la victoria electoral del último domingo, que les permitirá estar más cerca del cuorum en los dos recintos. Se suma la relación con los gobernadores y la metamorfosis del elenco de ministros. El reemplazo en Interior fragiliza la capacidad de negociación del oficialismo. En Diputados creen que Karina empoderada aumentará el peso de los primos Menem para extraordinarias.
Adorni por Francos: la interna del Gabinete enciende una disputa política en el Congreso

Una de las piezas maestras que Javier Milei espera imponer en el Congreso a partir del 10 de diciembre es la futura relación con los gobernadores de todas las orientaciones políticas, salvo el kirchnerismo. El vínculo con los mandatarios provinciales forma parte de la estrategia que delinean en la Casa Rosada para después del 10 de diciembre. El otro componente determinante, que genera inquietud en ambas cámaras legislativas, es la próxima conformación del elenco presidencial. Ese segundo elemento estalló el viernes por la noche, tras la renuncia del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y del ministro del Interior, Lisandro Catalán, mientras el presidente Javier Milei y su hermana Karina cenaban con Mauricio Macri.

Francos y Catalán tenían a su cargo la contención del frente opositor en las dos cámaras del Congreso, pero con resultados dispares. Hasta hace dos meses no lograron frenar la inédita ofensiva de los 24 gobernadores para redistribuir los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que la Rosada entrega a cuentagotas, y la recaudación del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL). La pulseada por los ATN derivó en una ley que Milei terminó vetoando. Una insistencia de los dos recintos para ratificar ese reclamo no hubiera hecho más que confirmar la debilidad que reconocen varios mandatarios provinciales: la mayoría circunstancial, forjada entre peronistas, macristas, cordobesistas y radicales, había alcanzado su techo antes de las elecciones del 26 de octubre. La disputa por el ICL no obtuvo la sanción que faltaba en Diputados. En ese contexto, la veintena de gobernadores se presentó en Balcarce 50 y fue recibida, con una derrota contundente a cuestas, por el presidente y casi todo su gabinete. No hubo letra chica: hubo buenos deseos y la esperanza de los asistentes de contar con dos interlocutores que, a partir de ese momento, estarían respaldados por el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo.

Sin embargo, la partida de esas dos piezas de confianza para los gobernadores puso en duda el futuro de las negociaciones para los próximos meses, sobre todo para un Gobierno que ya prepara una batería de proyectos para enviar al Congreso en el próximo período ordinario, es decir, a partir del 10 de diciembre. Sin Francos y sin Catalán, surgen nuevas incógnitas en los mismos bloques opositores que, hasta el jueves, esperaban señales de negociación desde la Rosada y de sus propios mandatarios. Desde el lunes la coordinación de ministros quedará en manos del portavoz Manuel Adorni, un nombre prácticamente desconocido para la mayoría de los integrantes del Congreso y también para muchos gobernadores. Ante las consultas de PERFIL, en los bloques del oficialismo tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado interpretan que el ascenso de Adorni implica un aumento de la influencia de Karina Milei y, por transitividad, del presidente de Diputados, Martín Menem. En ese proceso de reacomodamiento, los legisladores libertarios creen que el próximo ministro del Interior será Eduardo “Lule” Menem (ver pag 2, 3 y 4). Otros apuestan a la llegada de Santiago Caputo, pero su designación en lugar de Francos podría funcionar como un acelerador de la interna que ya mantiene con los primos Menem. De la futura arquitectura del Gabinete también dependerá la eficacia parlamentaria tras el recambio del 10. Un gesto en ese sentido lo dio la senadora nacional electa Patricia Bullrich, que autorizó la ruptura de una parte del bloque del PRO y su articulación con el bloque libertario. Ese apronte, que busca redefinir la supervivencia del bloque que conduce Cristian Ritondo, enterró definitivamente las escasas chances que tenía de suceder a Menem en la conducción de la Cámara.

Para el oficialismo, la nueva mayoría que intentan construir implicará en diciembre la puesta en pie de un liderazgo renovado, con la duplicación del bloque y la aproximación al quórum de 129. Para alcanzar ese número necesitan el apoyo de los gobernadores y de aliados esquivos. Francos los escuchaba; Catalán los contenía. Con Adorni al frente sólo quedan preguntas y un examen que los primos Menem deberán afrontar por partida doble, con Karina como garante.

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