Martes, 15 de abril de 2008   |   Policiales

Acusado de un homicidio fue absuelto

Homicidio de Alberto Andrés Eduardo Cortito Alarcón. La fiscal de Cámara noi lo acusó.
Luego de un análisis pormenorizado de las pruebas que obran en la causa y de las que aportó el debate oral y público en el que se debatió la responsabilidad de Luis Alberto Luisao Arregui en el homicidio de Alberto Andrés Eduardo Cortito Alarcón, ocurrida el lunes 28 de mayo de 2007, la fiscal de Cámara Cecilia Goyeneche no presentó cargos contra el joven de 22 años y solicitó su absolución por el beneficio de la duda. El tribunal de la Sala Nº 2 en lo Criminal de Paraná, integrado por Raúl Herzovich, Héctor Villarodona y Jorge Barbagelatta, deliberó por espacio de 30 minutos y ordenó la inmediata libertad del joven de 22 años oriundo de Avellaneda, Buenos Aires.Además, Goyeneche, al finalizar su alegato pidió que se remita en forma urgente el expediente al Juzgado de Instrucción correspondiente para que se continúe con la investigación por la muerte de Alarcón, que se tomen los recaudos del caso para avanzar en la investigación por la posible responsabilidad de Hugo Ortiz en el hecho y que se remita al juez de Instrucción la testimonial de Cecilia Mendoza para analizar si no incurrió en el delito de falso testimonio. Mendoza y Ortiz eran pareja antes de que la primera conviviera con la víctima. Numerosos testigos señalaron a Ortiz como la persona que amenazó de muerte a Alarcón, e incluso intentó embestirlo con su auto.Esta hipótesis, que no fue investigada durante la sustanciación de la causa, adquirió especial relevancia porque la familia de la víctima presentó ante quien era su representante legal, Ricardo Mulone, un listado de testigos que podían acreditar las amenazas. Sin embargo, los padres de la víctima, después de conocido el fallo, explicaron que Mulone los engañó y nunca se constituyó como querellante, puesto que habría dejado que se vencieran los plazos legales para hacerlo. Así, la familia Alarcón se quedó sin la posibilidad de actuar como querellante en la causa en la que se investigó la muerte de un familiar y sin la posibilidad de que testigos que podían dar crédito de las amenazas de Ortiz hasta dos días antes del crimen del Gordo Alarcón pudieran testimoniar en el juicio.La jornada de ayer comenzó con el testimonio de cuatro personas que sustentaron la coartada de Arregui, que estuvo cocinando en una ladrillería, luego jugó a las cartas, miró televisión y se fue a dormir.La fiscal Goyeneche evaluó que la materialidad del hecho quedó acreditada fehacientemente, pero no así la responsabilidad de Arregui en el crimen de Alarcón. La letrada sostuvo que “la investigación policial es extremadamente pobre” y recordó que “no se encontraron casquillos o proyectiles en el lugar del hecho a pesar de que testigos dijeron que se escucharon varios disparos”. Además evaluó que el único testimonio incriminador fue el de Medoza, para quien solicitó se la investigue por el delito de falso testimonio.ElogioPor su parte, el defensor oficial Alberto Silva Velazco elogió a su colega de la Fiscalía de Cámara porque consideró que el alegato de Goyeneche “enaltece al Ministerio Público de la Defensa. Que haya fiscales que tengan la honestidad y los conocimientos jurídicos para plantear las cosas como son”.En ese sentido sostuvo: “Me releva de argumentar porque dijo todo lo que iba a decir”. Silva adhirió al pedido para que se investigue “toda otra hipótesis y la de la posible responsabilidad de Ortiz en el hecho”, además de solicitar que se remitan los testimonios de Stella Maris Góngora y de Adriana Córdoba para que se investigue la comisión del posible delito de falso testimonio de parte de estas personas.

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