Las políticas neoliberales que atravesaron Latinoamérica durante la década del 90 no sólo dejaron miles de hombres, mujeres, niños y ancianos en la miseria, sino que se cobraron otro tanto en vidas reales, concretas. Y Argentina no estuvo al margen de esa situación por más que se haya pretendido vender a los argentinos la ilusión de la entrada al primer mundo. Entre Ríos tampoco estuvo al margen del estallido social que las políticas económicas neoliberales provocaron, como así tampoco se pudo desprender del alto costo en vidas producto de la represión de un gobierno que había perdido el rumbo y no tenía respuestas para nada. En la violenta represión que desataron fuerzas policiales y de seguridad contra ciudadanos que pugnaban por conseguir alimentos en los supermercados de cada ciudad del país murieron 39 personas, incluyendo nueve menores de 18 años. En Entre Ríos la represión de la Policía provincial se cobró tres vidas. Sólo un cabo de la Policía fue condenado, mientras que los crímenes cometidos en la zona del Parque Nuevo para defender los intereses de una multinacional continúan hoy impunes. Personal de la Policía de Entre Ríos acompañados por otros sujetos no identificados dispararon a mansalva balas de todo tipo contra un pueblo desesperado, agobiado por el hambre. La impericia judicial y la ineptitud investigativa colaboran con la impunidad. En la actualidad no hay funcionarios de la Unión Cívica Radical (UCR) condenados, o aunque sea procesados o imputados; tampoco hay funcionarios jerárquicos de la Policía imputados. En la actualidad no hay nada. Nuestras víctimasEloisa Paniagua tenía 13 años el 20 de diciembre de 2001 y Romina Iturain 15. Estaban acompañadas de sus padres cuando las balas de la Policía de Entre Ríos terminaron con sus vidas. No tenían nada que ver con la violencia que se había desatado a su alrededor por medidas económicas como la convertibilidad, el corralito o términos económicos como el riesgo país. José Daniel Rodríguez era un militante de 25 años que pertenecía a la Corriente Clasista y Combativa (CCC), agrupación política que tuvo participación en las movilizaciones populares que resistían el saqueo del país a manos de los grupos económicos vinculados a la valorización financiera del capital. Pero eso no justificó que apareciera asesinado en circunstancias que nunca fueron aclaradas y que se parecen mucho a las ejecuciones sumarísimas que llenaron las crónicas policiales de los nefastos años de la dictadura militar de 1976-1983. Los homicidios de Romina Iturain y de José Daniel Rodríguez, este último hallado sin vida 11 días después, permanecen impunes. La jueza de Instrucción Patricia Yedro, que tiene las causas Iturain y Rodríguez, no ha logrado avances para individualizar a los autores de las muertes.Romina tenía 15 años cuando estaba en la casa de su tía, a unos 300 metros del hipermercado Wal Mart. Allí, fue alcanzada por una bala de un arma policial que ingresó a la vivienda cuando la fuerza reprimía a manifestantes. En tanto, el cuerpo de Rodríguez, quien era oriundo de Bovril, fue encontrado el 31 de diciembre de 2001 en cercanías de Wal Mart.Martínez ya duerme en su casa El primer acusado del país hallado culpable por las muertes acontecidas el 19 y 20 de diciembre de 2001 abandonó durante 2009 la Unidad Penal Nº 1 de Paraná para acogerse al beneficio de la libertad condicional. El cabo Silvio Martínez fue sentenciado en mayo de 2003 a la pena de 10 años de prisión por haber baleado a Eloisa Paniagua, quien tenía 13 años. El ex funcionario policial por su buena conducta y por haber cumplido los dos tercios de la pena -seis años en la cárcel- conquistó los beneficios de la libertad condicional. Por ende, Martínez ya vive en su casa junto a su familia. Martínez debe concurrir periódicamente al juzgado de Ejecución de Penas a firmar un control. El ex efectivo de la Policía tiene como restricción no salir de la capital entrerriana sin dar aviso a la Justicia. El hecho que se le imputó a Martínez aconteció el 20 de diciembre en el predio del Parque Berduc de la capital entrerriana. Allí, el ex funcionario policial bajó de un automóvil Fiat Duna y disparó contra la muchedumbre que escapaba de la Policía. Eloisa fue la víctima del proyectil calibre 9 milímetros. Entró por su cabeza y salió por su boca. La menor, del barrio Maccarone, había concurrido con varios vecinos al supermercado Norte ubicado en San Juan y Victoria a buscar alimentos. A ocho años de esos sangrientos días, ya ni Martínez está tras las rejas. Llamó la atención que la Justicia no pudo establecer -o no quiso- una cadena de responsabilidades. El Real ejemplo de la voluntad de no juzgar Las muertes de las dos nenas y de José Daniel fue uno de los ejes del juicio político que se impulsó contra el ex gobernador Sergio Alberto Montiel. Sorpresivamente todo fracasó por el voto del diputado justicialista Félix Del Real. Muchas veces para muestra basta un botón. A lo largo de los años la mayoría de los políticos entrerrianos se refieren en sus discursos a los trágicos sucesos de 2001, pero cuando estuvo la oportunidad de profundizar no se aprovechó y se eligió el camino de la impunidad, que a este ritmo ya sacó varios cuerpos de ventaja. “Nos falta alguien”, afirmó Mario IturainEl papá de Romina, Mario Iturain, se emocionó ayer a la mañana cuando en la escuela Nº 15 De la Baxada del Paraná se descubrió una placa para recordar a su pequeña hija, que en 2001 cursaba 2º año en la vieja escuela Nº 91- ahora escuela Nº 15- De la Baxada del Paraná que funcionaba en los galpones de la ex fábrica Llave. Más allá de que no haya condenados por el crimen de su hija, Iturain expresó que “esto también es un acto de justicia, ya que se mantiene viva la memoria”. Notoriamente afectado por el acto, el hombre afirmó: “Siempre recordamos que nos falta alguien, que esa personita no va a estar en las Fiestas, pero tenemos que seguir adelante por aquellos que están y esos otros que están son los que nos alientan día a día a seguir adelante”. Por último el hombre dijo que “no hay voluntad de esclarecer estos homicidios”, y agregó: “No la hubo en el momento, menos va a haber ahora, ya que estas son decisiones políticas. Acá -por el hipermercado- había jefes de Comando, comisarios, jefes de divisiones y nadie habla y la causa está parada”. (Fuente: Diario Uno)





