Sábado, 4 de octubre de 2025   |   Internacionales

11 destinos más peligrosos del mundo que ningún turista debería visitar

Una vuelta al planeta a través de territorios extremos donde el clima, los conflictos armados, la violencia urbana o la presencia de especies letales convierten cada paso en un riesgo para la vida
11 destinos más peligrosos del mundo que ningún turista debería visitar

En distintos rincones del planeta existen lugares tan inseguros y extremos que su sola mención provoca inquietud. Ya sea por conflictos armados, condiciones naturales adversas o elevadas tasas de criminalidad, esos destinos suponen riesgos severos para quien intente visitarlos. Los motivos van desde la violencia humana hasta la hostilidad del entorno, pero todos comparten un rasgo común: el peligro es permanente.

Según HowStuffWorks, la Isla Sentinel del Norte, en la bahía de Bengala frente a las costas de la India, figura entre los territorios más inaccesibles y peligrosos. Habitadas por el pueblo indígena sentineles, sus comunidades rechazan de manera absoluta cualquier contacto exterior. El ingreso está prohibido por ley. Las pocas incursiones terminan en agresiones, incluso con la muerte de intrusos. Para los sentineleses, ese aislamiento es una estrategia de supervivencia; para los forasteros, cada encuentro entraña riesgo de muerte.

De acuerdo con la misma fuente, Port Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea, registra índices muy altos de criminalidad y violencia de pandillas. El crimen organizado y la falta de una respuesta eficaz de las autoridades alimentan una sensación generalizada de inseguridad, especialmente en las zonas urbanas. A pesar de su historia rica y sus paisajes costeros, la ciudad se ubica entre las más peligrosas del mundo.

La naturaleza también encierra amenazas letales. El Valle de la Muerte, en el desierto de Mojave, California, registra temperaturas récord que superan los 56 ℃. Este parque nacional pone a prueba los límites de la vida humana: la falta de preparación ante calor extremo puede costar la vida en pocas horas. El paisaje impresiona, pero es implacable; cualquier error puede resultar fatal.

Otro paraje temido es el desierto de Danakil, en el Cuerno de África. Conforme a los datos de HowStuffWorks, en ese entorno confluyen temperaturas extremas, actividad volcánica y emanaciones de gases tóxicos. La inestabilidad política de la región añade un factor extra de peligro. Pese a todo, la apariencia casi extraterrestre del lugar sigue atrayendo a viajeros decididos.

En Centroamérica, la ciudad hondureña San Pedro Sula se destaca por su prolongada lucha contra el crimen. De acuerdo con el sitio mencionado, aunque los índices de inseguridad disminuyeron en los últimos años, la violencia, el narcotráfico y la acción de las pandillas siguen marcando la vida cotidiana. Los cambios en la gestión de la seguridad no alcanzan a borrar su reputación como zona riesgosa.

Alepo, en Siria, es otro ejemplo de cómo el conflicto humano convierte un espacio en territorio peligroso. Según la información publicada, la ciudad fue escenario de enfrentamientos, bombardeos y crisis humanitarias durante la guerra civil. La multiplicidad de actores armados complica aún más la situación y dificulta incluso el acceso a la ayuda.

Por su parte, la llamada Isla de las Cobras, en Brasil, debe su fama a la presencia de la serpiente golden lancehead, especie extremadamente venenosa. El gobierno prohíbe la entrada a esta pequeña isla y solo autoriza visitas científicas controladas. Ante esos peligros naturales, la intervención humana es prácticamente nula.

El conflicto civil suele transformar ciudades enteras en escenarios de alto riesgo. Jartum, capital de Sudán, enfrenta la violencia derivada de choques entre fuerzas gubernamentales y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido. La población padece el acceso limitado a derechos básicos y la constante amenaza de enfrentamientos armados, según expone HowStuffWorks.

La naturaleza puede conservar, pero también destruir. El lago Natron, en Tanzania, ofrece un caso singular: con temperaturas que alcanzan los 60 ℃ y un pH de hasta 10,5, su composición convierte en estatuas calcificadas a los animales que no resisten el contacto. De acuerdo con especialistas consultados por el portal, es un espectáculo tan hermético como letal.

En África central, la región oriental de la República Democrática del Congo refleja la persistente relación entre recursos naturales y conflicto. El área es sacudida por la actividad de grupos armados y por sucesivas olas de desplazamientos. Los rankings internacionales suelen ubicarla entre las más inseguras del planeta.

La lista incluye también la Costa de los Esqueletos, en Namibia, rodeada de leyendas sobre naufragios y condiciones ambientales adversas. La ausencia de refugio y el clima severo convierten esa costa en un lugar implacable para quienes quedan atrapados en ella.

Los factores que hacen peligrosos a estos sitios muestran la diversidad de amenazas en el mundo: desde la resistencia de poblaciones aisladas hasta la ferocidad de un clima extremo y la violencia de los enfrentamientos humanos.

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